Jesús según Ibn 'Arabi
“Del líquido de María
o acaso del soplo de Yibril
en la imagen humana
que del barro existe,
tomó la forma el Aliento
con una identidad pura
ajena a la naturaleza,
a aquella la que se llama cárcel.
Y en ella permaneció
largo tiempo,
superando las mil actualizaciones.
Aliento de Allah,
y no de otro,
por ello resucitó a los muertos
y dio vida a los pájaros
que hizo a partir del barro,
para que su genealogía,
hasta Su Señor,
fuese cierta.
Y así marcó con el vestigio
lo elevado y lo bajo.
Allah lo hizo puro como cuerpo
y lo hizo abstracto como aliento
y lo convirtió en ejemplo con su creación.”
Muhyi l’Din Ibn Al Arabi.
Los Engarces de la Sabiduría.Traducción: Abderrahman
Mohamed Maanán
Ed. Hiperión, Madrid, 1991. Página 82.