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Desde este espacio los invitamos a pensar, tanto los acontecimientos políticos como las producciones filosóficas y espirituales de nuestro continente y del Mundo Islámico, más allá de los presupuestos ideológicos a partir de los cuales se construye "la realidad" desde los medios masivos de comunicación y de los que se nutren, también, las categorías de análisis de buena parte de la producción académica.

Esperamos sus aportes.

jueves, febrero 17, 2011

Resistencia indígena




RESISTENCIA INDÍGENA
ENTREVISTA A JAVIER LAJO
“La sabiduría de nuestros pueblos puede dar muchas sorpresas”

Cada vez es mayor la visibilidad que alcanzan en nuestras sociedades los grupos pertenecientes a comunidades originarias. Para conocer su coyuntura, entrevistamos a Javier Lajo, uno de los líderes de los movimientos indígenas del Perú e impulsor de lo que se ha dado en llamar Movimiento al Socialismo Andino-Amazónico.
Por Gustavo Pablos
Desde hace unos años, en algunas regiones de los países del Cono Sur comenzó a conocerse, aunque sea en pequeña escala, la situación de las comunidades originarias, lo cual quizás esté motivado por la efervescencia de organizaciones que, entre otras cosas, son permeables a las necesidades y los intereses de estos grupos. Esa presencia en las calles, en los medios alternativos, en las consignas de los movimientos sociales, nos recuerda, o más directamente nos enseña, que nuestra historia se edificó sobre el silenciamiento de esas comunidades, y que ese silenciamiento fue efecto de la expropiación y, lo que es quizás peor, condujo al olvido y la falta de reconocimiento.

En este sentido los próximos años serán decisivos, ya que una vez admitida esta situación será necesaria la construcción de espacios para pensar la integración, la convivencia y la comunidad, y para esto deberán sumarse las estrategias que, desde ambos lados, han comenzado a ponerse en juego con el objetivo de encontrar los puntos de coincidencia así como de respetar y “dejar ser” los puntos de disidencia.
No obstante, la coyuntura es compleja y diversas amenazas ciñen a las comunidades de los pueblos originarios, a la vez que no deja de ser cierta la dificultad para construir puentes entre éstas y las comunidades criollas e inmigrantes. Quizás uno de los desafíos para ambos grupos de comunidades sea encontrar un lenguaje común que, al menos en algunos aspectos, contribuya al diseño de alternativas y soluciones donde también quede clara la imposibilidad de volver a una suerte de “momento cero” -anterior a lo que vino después-ni de un lado ni del otro.
Ese lenguaje común debería estar atento a los principios de diálogo y cooperación, al respeto de otros hábitos y costumbres, a la tolerancia y comprensión de formas alternativas de organización social y económica, y su vez contemplar e impulsar la posibilidad de que se concrete el canje de “deuda histórica” por “deuda externa” (la cual, a su vez, podría traducirse en proyectos ambientales y sociales).
Javier Lajo es comunero de la Comunidad de Pocsi del Pueblo Puquina en las alturas de Arequipa, en el sur de Perú. De formación en filosofía y economía, es un activo dirigente y pensador del movimiento indígenas peruano y uno de los máximos referentes de lo que se denomina Movimiento al Socialismo Andino-Amazónico, una alternativa que se diferencia del “socialismo real” que se puso en práctica el siglo pasado como también de las propuestas más recientes, ya que realiza una crítica integral a la filosofía occidental incluido el marxismo clásico y sus elaboraciones más recientes. En opinión de Lajo, la filosofía marxista y las teorías socialistas se integran a las filas del pensamiento y de las acciones colonialistas europeas, mientras que un auténtico pensamiento de base indígena -que pueda crear las condiciones para la emancipación- sólo debe inspirarse en la sabiduría de estos pueblos.
En diálogo con .2c, Lajo se refirió a la situación actual de estas comunidades, a las presiones políticas y económicas a que se encuentran sometidas, y a la necesidad de que se recupere el pensamiento indígena ya que tiene la riqueza suficiente para convertirse en una “alternativa filosófica, científica, tecnológica, pero sobre todo en el plano espiritual o religioso”.


La informalidad como respuesta a la expansión neoliberal


¿Cómo ve la situación actual entre los países de Latinoamérica, con las exigencias globales que impone el capitalismo neoliberal? ¿De qué manera deberían responder aquellos países con alto porcentaje de economía informal (como Perú)?
Las exigencias del capitalismo neoliberal son fundamentalmente las de su sector más parasitario, el de los capitales financieros especulativos, que algunos llaman “capitales vampiro” y otros “capitales golondrina”. Son capitales de corto plazo que escogen un país en situación débil y de crisis, y en breve tiempo lo intervienen y lo “asaltan” (fue lo que sucedió en Argentina hace unos años). Pero como se les pasó la mano tuvieron que reinventar otras estrategias para no deprimir tanto a los pueblos afectados, ya que eso podría provocar revoluciones incontrolables. En la actualidad aplican estas nuevas estrategias “vampirescas” en los Estados Unidos (hay que recordar cuántos billones de dólares se levantaron los banqueros amigos de Bush antes de que éste se fuera a su casa) y en Grecia (en donde ensayan una intervención masiva de la Unión Europea). Estos “capitales vampiro” no tienen preferencias pero actúan mejor en países con economías “formalizadas” o con fuertes sectores “formales”. Por eso mismo, economistas como Hernando De Soto (el del “Otro Sendero”) hacen lo imposible por extender la formalidad y, sobre todo, aplicar la “propiedad formal” a los sectores “informales”, ya que la existencia de estos “dos” mercados es una ventaja para los países con mayoría indígena o con un alto porcentaje de economías informales.
¿Cuáles son las ventajas que aporta la informalidad?

La ventaja está en que la afectación de estos sectores por los “vampiros” no es directa o no hay un efecto a corto plazo, y eso les da un tiempo para una reacción o una defensa organizada. Eso explica, en gran medida, la emergencia de los pueblos indígenas en estas últimas décadas, con más fuerza en Bolivia y en Ecuador. Por eso mismo en Perú se está intentando aplicar otra estrategia contra los informales, que en su mayor parte son familias indígenas del campo y la ciudad. Se trata de la imposición de los tratados de libre comercio (con Estados Unidos, China, Chile, etc) para deprimir las economías -sobre todo las del campo- y de esta forma obligarlos a formalizarse o a vender sus “propiedades” formalizadas o “libres”, con la estrategia llamada “el perro del hortelano” que tiene el presidente García. Detrás de estas estrategias del capital especulativo se alinean otros parásitos improductivos, como los “extractivistas” o predadores de los recursos naturales, sobre todo las empresas mineras que no vacilan en seguir desequilibrando y ensuciando el planeta. Éstos, a su vez, ya tienen un plan para enfrentar el calentamiento global y está vinculado con la aplicación de “geoingeniería”(*1). Es una locura total en la que ciertos humanos están jugando a ser Dios. ¿Qué hacer frente a todo esto? Creo que la estrategia indígena continental de defender intransigentemente a la Pachamama está dando sus primeros frutos con el segundo gobierno de Evo Morales y su estrategia internacional puesta en práctica en la Cumbre de Cochabamba, y además con el lanzamiento de la movilización y organización mundial en defensa de la tierra.
Un socialismo con fundamentos andinos
Suele ser habitual la postulación de un retorno a los saberes y las filosofías de los pueblos aborígenes como forma de compensar algunas circunstancias que atraviesa la humanidad. ¿Cuáles serían, para usted, los aportes de estos pueblos?
El aspecto principal en que pueden participar hoy los saberes tradicionales indígenas en la problemática mundial es en los problemas del clima y del “equilibrio del mundo”Los andes
, de Perú.">(*2) en todos sus aspectos. En las sociedades no indígenas hay mucha ignorancia sobre los conocimientos indígenas, y esa ignorancia es la principal traba para las relaciones interculturales en los países donde la presencia de estas comunidades es relevante. La sabiduría sistematizada de nuestros pueblos puede dar en el futuro próximo muchas sorpresas como alternativa filosófica, científica, tecnológica, pero sobre todo en el plano espiritual o religioso.
¿Cuáles son las características del Movimiento al Socialismo Andino—Amazónico? ¿En qué aspectos se diferencia de la filosofía marxista, de las teorías socialistas y del “socialismo real” que se dio en países occidentales?

El mundo andino-amazónico tiene dos leyes principales sobre las que camina y que se llaman Yanan-tinkuy, vínculo en el que gira el Pensamiento Qhapaq o Pensamiento Paritario. La llamada “Dialéctica” no es solución ni remedio para la cosmovisión unitarista o monomaníaca, sino todo lo contrario, es su confirmación y su método. La dialéctica tradicional, antigua o griega, afirma la contienda entre dos partes o términos, pero uno de ellos “es verdadero” y el otro “es falso”, es decir uno ES y el otro NO ES, por lo tanto no puede haber un tercero que SEA (Principio del ‘tercero excluido’ de Aristóteles). Posteriormente, la dialéctica de Hegel (idealista) y la dialéctica de Marx (materialista) tampoco resuelven esta mono-visión occidental, ya que para la filosofía idealista la “unidad primera” es el espíritu o idea que crea la materia, mientras en la concepción dialéctica materialista, la unidad primera es la materia y de esta emana el espíritu o idea. El Socialismo Andino-Amazónico será edificado por nuestro “estado de conciencia colectivo” que es diferente al estado de conciencia de occidente. El ejemplo más importante es que nuestros pueblos conciben la creación como producto de la paridad (o Yanantin, la primera ley del Pensamiento Qhapaq). La existencia es producto de dos elementos “creadores”, por lo tanto todo es parido y cualquier otra concepción cosmogónica es defectiva y deficiente. Nuestro principio ordenador es el par y nuestra existencia es un cosmos-Pariverso, no un “universo”. Esta cosmovisión da lugar al sujeto colectivo, que es El Ayllu o comunidad contemporánea, y al Estado Racimo o Confederación. Mientras que la cultura occidental plantea, en su cosmogénesis, la idea del Ser Único, del Creador, de la Unidad o Universo, que es a la vez el Logos y la Razón en su filosofía. Es una cultura de la Imparidad (o cultura Ch’ulla) que da lugar al sujeto individual, al fundamentalismo individualista y al Estado “unitario”. Estos principios ordenadores de la vida, la naturaleza y la sociedad son opuestos y complementarios dentro de un estado de equilibrio hasta tanto lleguemos al estado plurinacional y de Socialismo Andino-Amazónico. Pero debe entenderse que estos principios pueden ser “compatibles” o “competitivos” sólo mediante relaciones interculturales simétricas o paritarias. Esta competencia, sin trampas, debe llevar a la sociedad en general de la concepción y hegemonía de un estado unitario, reflejo del individuo, a un estado racimo, reflejo de la comunidad, cuyo predominio es un requisito para el equilibrio y el bienestar de todos. Éste será el futuro Estado Confederacional Andino-Amazónico, el cual dará curso a nuestro modo recíproco de producción y reproducción de la vida y el bienestar colectivo, comunitario e individual.
Desde el punto de vista de la organización social y económica, ¿en qué principios se traduce esta perspectiva?
En general tiene que ver con la política y la economía del mediano plazo. Uno de los objetivos es acabar con las dos taras del republicanismo criollo, como son el despotismo de su Estado y el mercantilismo de su economía. Para eso es necesario reconvertir el régimen centralista y presidencialista en un régimen de sociedades autónomas regionales, y pasar de un sistema de estados mutuamente subsidiarios a un poder confederativo o de democracia subsidiaria. Creemos en una economía de cara al interior y que privilegie la formación de mercados y capitales nacionales. Un estado que, entre otras cosas, proponga un equilibrio entre los gobernantes y los gobernados, entre los varones y las mujeres, entre la ciudadanía colectiva (las comunidades) y la ciudadanía individual, entre la economía andina-amazónica y la economía occidental, entre la economía del campo y la de la ciudad.
Reparación e integración continental
Con las guerras de independencia el poder pasó de España a las élites criollas, pero los pueblos originarios quedaron en la misma situación. ¿Qué opinión tiene de estos festejos? ¿Existe la posibilidad de establecer alguna clase de diálogo que suponga una instancia superadora entre los pueblos?

No fue así. Nuestros pueblos originarios no quedaron “en la misma situación”. Después de la independencia criolla quedaron peor que antes, doblemente sometidos a un colonialismo reciclado, es decir “mejorado”América Latina en movimiento.
27 de enero de 2004.">(*3), lo cual en muchos casos empeoró la situación del indígena con relación al colonialismo monárquico. Pero por supuesto que es posible el diálogo porque los pueblos indígenas nunca están cerrados a la conciliación, y además en nuestro continente no hay lugar para las guerras fratricidas interminables como las de Medio Oriente.

¿Qué opina de la reparación que los países europeos deberían hacer a los pueblos originarios? ¿De qué forma debería darse?



Hay dos “reparaciones” que deben hacerse. Una, la más importante, es la reparación moral, que trata de un arrepentimiento sincero y de la transparencia con que deben plantearse, sobre todo los países europeos, el atropello colonialista en América. Debe promoverse y realizarse una relatoría consistente y sana de la historia verdadera del colonialismo en América. Y la segunda, la reparación material, debe expresarse en los canjes de “deuda histórica” por “deuda externa”, y de ésta por proyectos ambientalistas, de tipo productivo y de beneficios sociales para los pueblos indígenas en situación de pobreza extrema.
¿Usted considera posible la integración entre los países de América Latina? ¿Esta integración debería ser social, económica o política, o con una perspectiva más integradora?

La integración continental es un proceso necesario y se viene produciendo con la Can, la Unasur, el Mercosur. Estos procesos deben ser integrales, como lo hemos postulado en la Can(*4). Los Estados mono-nacionales, sea cual sea la composición y el número de pueblos, deben avanzar hacia Estados Plurinacionales, como ya rezan las nuevas constituciones de Ecuador y Bolivia, pues es la única manera de que las repúblicas criollas de Sudamérica puedan redimirse y modernizar sus estructuras y resolver sus endémicos problemas de subdesarrollo.

Reseña bio-bibliográfica

Javier Lajo ha seguido estudios de Economía y Sociología en la Universidad de Chile, en Santiago. Estudió y es egresado de la Licenciatura de Economía de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y de Filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), de Lima. Terminó Economía y ha obtenido el doctorado de Filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima. Dirigente y promotor del movimiento indígena peruano. Fue co-organizador del I Congreso de Pueblos Indígenas del Perú, Cusco, en 1997, cuando surgió la Conferencia Permanente de los Pueblos Indígenas del Perú (COPPIP), y también responsable del comité organizador de su II Congreso, realizado en 2001, en Lima. Publicó diversos artículos y ensayos en diarios y revistas de su país y del extranjero, y fui director fundador de la revista Pueblo Indio. Es autor de los libros Qhapaq Kuna, más allá de la civilización (1992), La soberanía vulnerada, la lucha por la independencia continúa (2005), y Qhapaq Ñan: La Ruta Inka de Sabiduría (2005).
Fuente: www.goethe.de