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Desde este espacio los invitamos a pensar, tanto los acontecimientos políticos como las producciones filosóficas y espirituales de nuestro continente y del Mundo Islámico, más allá de los presupuestos ideológicos a partir de los cuales se construye "la realidad" desde los medios masivos de comunicación y de los que se nutren, también, las categorías de análisis de buena parte de la producción académica.

Esperamos sus aportes.

viernes, mayo 02, 2008

La Ascensión del Profeta


La Ascensión (Mi´ray) de Profeta Muhammad (BPDyC)

Narración sobre la ascensión (Mi'ray) del Profeta Muhammad (BPDyC) Tradición transmitida por el Imam Yafar As-Sadiq (P)

Vinieron al Mensajero de Allah Gabriel, Miguel e Israfel (BP) trayendo a Buraq (el animal extraordinario que le sirvió para la ascensión), uno de ellos lo tomaba de su brida, otro lo tomaba de su estribo, y el otro acomodaba la vestimenta del animal.

Al-Buraq se echó y Gabriel lo incitó diciéndole: "¡Tranquilízate! Porque ningún Profeta te ha montado antes, ni te montará después, que sea semejante a él".

Entonces extendió sus alas (llevando a Muhammad) y se elevó a una altura no muy grande, y Gabriel iba con él (con el Profeta) haciéndole ver los portentos de los cielos y de la tierra.

Narró el Profeta (BPDyC): Entretanto que yo estaba en mi viaje me llamó alguien desde mi derecha, diciéndome: '¡Muhammad!', sin que yo le contestara ni me volviera hacia él. Luego me llamó alguien desde mi izquierda diciéndome: "¡Muhammad!", sin que yo le respondiera ni me volviera hacia él. Luego me enfrentó una mujer con sus brazos desnudos y revestida con todos los adornos del mundo, diciéndome:"¡Muhammad! ¡Mírame para que te pueda hablar!', pero yo no la miré y seguí la marcha. Escuché entonces un estruendo que me atemorizó. Sobrepasé todos estos lugares y Gabriel me hizo descender y me dijo "¡Ora!", y oré. Me preguntó: '¿Sabes donde te encuentras?'. Le respondí "¡No!" Me dijo: Has orado en el Monte Sinaí, donde Allah habló a Musa íntimamente'. Luego me hizo montar en Al-Buraq, y continuamos tanto como Allah quiso. Luego me dijo: '¡Desciende y ora!'. Descendí y oré y me preguntó: '¿Sabes dónde has orado?', respondí: 'No'.'Has orado en Belén', estando Belén cercana al Quds (Jerusalén) y es donde nació Jesús el hijo de María (P.). Luego monté de nuevo y seguimos hasta que llegamos a Jerusalem, atando Al-Buraq a la anilla donde los Profetas solían atar su montura. Entré a la mezquita junto con Gabriel y encontramos allí a Ibrahim (Abraham), Musa (Moisés) e 'Isa (Jesús) y a tantos como quiso Allah de sus Profetas (P.), que se habían reunido para verme. Entonces fue elevada la oración y yo no tenía ninguna duda que Gabriel iba a presidirla. Cuando estuvimos todos enfilados Gabriel me tomó del brazo y me adelantó, y yo fui el lmam (conductor de la oración), sin jactancia. Luego vino a mí el cuidador de la mezquita de Jerusalem (se refiere al ser espiritual que cuida ese lugar) con tres vasijas, una que contenía leche, otra que contenía agua, y otra que contenía vino, mientras yo escuchaba a alguien que decía: 'Si tomara el agua sería anegado y sería anegada su comunidad, y si tomara el vino se desviaría y se desviaría su comunidad, y si tomara la leche se guiaría y sería bien guiada su comunidad'.

Dijo el Profeta: "Tomé la leche y bebí de ella'. Me dijo Gabriel: 'Te has encaminado y has encaminado a tu comunidad'. Luego me preguntó:' ¿Qué has visto durante tu marcha?'. Le respondí: 'Me llamó un vocero desde mi derecha'. El me preguntó: '¿Le respondiste?', le dije, 'no, ni lo miré. Explicó Gabriel: 'Este es el vocero de los judíos. Si le hubieses respondido se hubiese judaizado tu comunidad después de tí'. Luego volvió a preguntar: '¿Qué más viste?'. Le dije: 'Me llamó un vocero desde mi izquierda'. Me preguntó: '¿Le respondiste?'. Le dije, 'No, ni lo miré'. Me dijo: 'Este otro es el vocero de los cristianos. Si le hubieses respondido se hubiese cristianizado tu comunidad después tuyo'. Luego me preguntó: '¿Quién te enfrentó?'. Le respondí: 'Encontré a una mujer que tenía sus brazos desnudos, y llevaba todos los adornos del mundo, que me dijo: Muhammad, mírame para que te pueda hablar'. Me preguntó Gabriel: '¿Le hablaste?'. Le respondí: 'No, ni la miré'. Me dijo: 'Esta es la dunía (la mundanidad, el mundo). Si le hubieses hablado, tu comunidad hubiese preferido el mundo al más allá'. Luego escuché -sigue explicando el Profeta (BPDyC)- un estruendo que me aterrorizó. Me preguntó Gabriel: '¿Lo escuchaste Muhammad?'. Le respondí: 'Sí'. Me explicó: 'Esta es una piedra que yo arrojé de los bordes del precipicio del Ardentísimo (la Gehenna) hace 70 años, y en este momento tocó fondo"'. Se cuenta que el Mensajero de Allah (BPDyC) nunca más rió desde entonces hasta que murió.

Siguió narrando el Profeta (BPDyC): "Se elevó Gabriel y yo me elevé con él hacia el cielo del mundo, donde había un ángel a quien se llama Ismael, y él es el que realiza el golpe al cual se refiere Allah, Poderoso y Majestuoso, cuando dice: 'Excepto aquel que arrebata una prenda, y lo persigue una llama flamígera' (S.C. 37:10). Al mando de ese ángel había 70.000 ángeles, y al mando de cada uno de ellos, había 70.000 ángeles. Preguntó (el ángel): 'Gabriel, ¿quién es este que está contigo?'. Respondió: 'Muhammad, el Mensajero de Allah'. Preguntó el ángel: '¿Ha sido hecho surgir?'. Respondió Gabriel: 'Si'. Entonces abrió el ángel la puerta del cielo del mundo y yo lo saludé -dice el Profeta (BPDyC)- y pedí la indulgencia de Allah para él, y él pidió la Indulgencia de Allah para mí. Me dijo 'Bienvenido sea el hermano justo, y el Profeta perfecto'. Y me recibieron los ángeles a la entrada del cielo del mundo, sin que ninguno de los que me recibía dejara de sonreírse y estuviera alborozado. Hasta que me recibió un ángel de entre ellos, como no había visto a ninguno de más grande volumen que él, pero detestable a la vista y evidenciando ira. Dijo este ángel lo mismo que me habían dicho los demás en cuanto a súplica, excepto que no se rió y no vi en él ningún alborozo, tal como lo ví en el resto de los ángeles. Pregunté: '¿Quién es este, Gabriel, porque me ha atemorizado'. Me respondió: 'Es posible que te atemorices de él, porque todos de él nos atemorizamos. Este ángel es el guardián del Fuego infernal; no se ríe en absoluto y desde que Allah le dio el cuidado del Fuego no ha cesado de aumentar cada día en ira y en enojo contra los enemigos de Allah y los rebeldes a El. Allah a través suyo se venga de ellos. Si se hubiese reído para alguien antes que tú, o se riera para alguien después que tú, te hubiese sonreído también a ti'. Yo lo saludé, me respondió el saludo y me albrició con el Jardín paradisíaco."

Continuó diciendo el Profeta (BPDyC): "Yo dije a Gabriel, siendo que él está en la categoría descripta por Allah como 'obedecido, y más aún, fiel' (S.C.81:21): '¿No le ordenarás, acaso, que me haga ver el Fuego (el infierno)?'. Entonces le ordenó Gabriel '¡Ángel! Da a ver a Muhammad el Fuego'. Y éste descubrió lo que lo cubría (al Fuego) y abrió una puerta al infierno, saliendo de allí una llamarada brillante hacia el cielo, que se extendió y se elevó tanto hasta que creí que me iba a abrasar, por lo que veía. Exclamé entonces: '¡Gabriel! Dile que vuelva a su lugar lo que cubre el infierno'. Entonces Gabriel le ordenó, y el ángel ordenó: ¡Vuelve!, y (el fuego) volvió a su lugar del que había salido.

Luego continuamos y vi a un hombre moreno, muy corpulento. Pregunté: '¿Quién es este, Gabriel?'. Me respondió: 'Este es tu padre Adán'. Y he aquí que se le presentaba a su descendencia, y él decía: 'Un espíritu bueno, y un aroma exquisito de un cuerpo bueno'. Luego el Mensajero de Allah, con él sea la Bendición y la Paz y con su Descendencia, recitó la sura 'Los Mermadores', desde la aleia 18 donde dice: '¡Que no! Por cierto que el registro de los puros (de los justos) estará en el 'Illíun. ¿Y qué te hará comprender qué es 'Illiún? Es un registro señalado, que contemplarán los próximos (a Allah)' ( S.C. 83:18 a 20) hasta terminar con la sura". Luego siguió narrando el Profeta: "Entonces saludé a mi padre Adán y él me saludó) y pedí la Indulgencia para él y él pidió la Indulgencia para mí y dijo: 'Bienvenido sea el hijo justo, el Profeta perfecto, hecho surgir para el mejor tiempo'.

Luego, dice el Profeta, pasé junto a un ángel, de entre los que había, que estaba sentado en un estrado, y he aquí que el mundo estaba sobre sus rodillas, y en sus manos había una tabla de luz en la que él miraba unas escrituras, atentamente, sin volverse ni a derecha ni a izquierda, concentrado, con un aspecto triste. Pregunté entonces: '¿Quién es este, Gabriel?' 'me respondió: 'Este es el ángel de la muerte dedicado atentamente a tomar los espíritus'.

Entonces dije: ' ¡Gabriel! ¡Acércame a él para poder hablarle!' Me acercó y lo saludé. Dijo Gabriel: 'Este es Muhammad, el Profeta de la Misericordia, a quien Allah envió a Sus siervos'. Entonces me dio la bienvenida, me saludó con la Paz, y me dijo: '¡Albríciate, Muhammad!, porque yo veo todo el bien en tu comunidad'. Respondí: 'La alabanza sea con Allah, el Graciabilísimo, Poseedor de los dones para Sus siervos. Esto es por la Generosidad de mi Señor y su Misericordia hacia mí'. Dijo Gabriel: 'Este es el ángel que tiene la más grave de las funciones'.

Respondí (preguntando al ángel): '¿A todo muerto, o a quien está por morir desde ahora, tú le tomas el espíritu?'. Me respondió: 'Sí'. Pregunté: '¿Tú les ves donde están y los contemplas en tí mismo?'. Me respondió: 'Sí'. Entonces agregó el ángel de la muerte: 'Todo el mundo no es para mí, en tanto que Allah me encargó y me posibilitó hacer de él lo que hago, sino como una moneda en la mano de un hombre que él da vuelta como quiere. No hay ninguna casa que yo no escudriño cinco veces al día, y cuando la gente llora por sus muertos yo les digo: No lloréis por él, porque retornaré por cada uno de vosotros, hasta que no quede nadie de ustedes'. Entonces exclamó el Mensajero de Allah (BPDyC): 'Es suficiente la muerte como calamidad, oh Gabriel'. Respondió Gabriel: 'Por cierto que lo que hay después de la muerte es doblemente calamitoso'."

Siguió narrando el Profeta: "Luego seguimos y he aquí que me encontré con una gente que tenían mesas servidas con carne buena y carne corrupta, y estaban comiendo de la carne corrupta, dejando la buena. Pregunté: '¿Quiénes son estos Gabriel?'. Me respondió: 'Estos son los que hacen lo haram (lo prohibido) y dejan el halal (lícito), y son parte de tu comunidad, Muhammad'." Dijo el Mensajero de Allah (BPDyC): "Luego vi a uno de los ángeles en el que Allah hizo algo maravilloso; la mitad de su cuerpo era de fuego y la otra mitad de hielo, pero el fuego no derretía al hielo, ni el hielo apagaba el fuego. El proclamaba con una voz elevada diciendo: '¡Glorificado sea quien neutralizó el ardor de este fuego, de manera que no pueda derretir el hielo, y neutralizó este hielo, para que no apague el ardor del fuego! ¡Allahumma (Dios mío)!, ¡Unificador del hielo y del fuego! ¡Unifica así los corazones de tus siervos creyentes!'. Pregunté: '¿Quién es este, Gabriel?'.

Me respondió: 'Este es el ángel a quien Allah encargó cuidar los extremos de los cielos y los extremos de las tierras, y es el más benéfico de los ángeles de Allah para las gentes de las tierras, siervos creyentes Suyos, porque suplica por ellos, como lo has escuchado, desde que fue creado'. Luego vi a dos ángeles que proclamaban en el cielo, diciendo uno de ellos: '¡Dios mío! Da a todo dadivoso un premio', y el otro decía: '¡Dios mío! Da a todo avaro una ruina'. Luego seguí y he aquí que me encontré con gentes que tenían hocicos como los de los camellos, que arrancaban una parte de las carnes de sus costados y la introducían en sus bocas. Pregunté: '¿Quiénes son estos, Gabriel?'. Me respondió: 'Estos son los difamadores, los satirizadores'.

Luego seguimos de largo, y he aquí que me encontré con una gente, cuyas cabezas eran descalabradas contra las piedras. Pregunté: '¿Quiénes son estos Gabriel?'. Me respondió: Estos son los que se duermen sin hacer el salat (oración) de la madrugada. Luego seguí y he aquí que me encontré con gente que precipitaban el fuego en sus bocas, y dicho fuego salía por sus colas. Pregunté: '¿Quiénes son estos, Gabriel?'. Me dijo: 'Estos son los que devoran las riquezas de los huérfanos injustamente. (Y citando un versículo del Sagrado Corán dijo:) Solamente devoran fuego en sus estómagos y alcanzarán un infierno ardentísimo' (SC 4: 1 0) Luego seguí y he aquí que me encontré con una gente, cada uno de los cuales querían levantarse, pero no podían hacerlo por la desmesura de su estómago.

Pregunté: ¿Quiénes son estos, Gabriel?'. Me respondió: 'Estos son los que devoran usura (así se dice literalmente en árabe, y cita un versículo del Corán): No se podrán levantar sino como se yergue aquel a quien sacude el demonio al tocarlo (S.C.2:275). Ellos (agregó Gabriel) son sometidos a lo mismo que la descendencia de Faraón, son expuestos al fuego de mañana y de tarde, y exclaman: ¡Señor nuestro! ¿Cuándo será el Día Final?' ".

Siguió narrando el Profeta (BPDyC): "Luego seguí de largo, y he aquí que encontré unas mujeres que estaban colgadas de sus pezones. Pregunté: '¿Quiénes son estas, Gabriel?'.' Me contestó: 'Estas son las que dejan como herederos de las riquezas de sus esposos a hijos que no son de ellos'. Luego dijo el Mensajero de Allah (BPDyC): 'La ira de Allah es severísima hacia una mujer (que comete adulterio) e introduce como heredero a un hijo que no es de la descendencia de su esposo, para que tenga acceso a sus intimidades, y coma de sus bienes'."

Luego dijo el Profeta, en la narración: "Pasamos junto a unos ángeles de Allah, Poderoso y Majestuoso, que El había creado como El quiso y que hizo de sus rostros lo que quiso. Ninguna de las partes de sus cuerpos dejaban de glorificar a Allah y de alabarlo, desde todos los costados, con voces distintas y elevadas, alabando y llorando por temor a Allah, y estremecidos ante Allah. Pregunté a Gabriel acerca de ellos y me respondió: 'Así como los ves fueron creados. Cada uno de ellos está al lado de su compañero sin hablarle nada en absoluto. No elevan sus cabezas hacia lo que hay por encima de ellos, ni la bajan hacia lo que hay por debajo de ellos, por temor a Allah y humillación ante El' Yo los saludé y me contestaron con un gesto de sus cabezas, sin mirarme por su estado de recogimiento. Les dijo entonces Gabriel: 'Este es Muhammad, el Profeta de la Misericordia. Allah lo envió a los siervos como Mensajero y Profeta, él es el sello de los Profetas y su Señor: ¿No le habréis de hablar?'. Entonces, cuando ellos escucharon esto de parte de Gabriel, vinieron hacia mí saludándome y me albriciaron con el bien a mi y a mi comunidad."

Siguió narrando el Profeta: "Luego nos elevamos al segundo cielo y he aquí que allí había dos hombres muy parecidos. Pregunté: '¿Quiénes son estos dos, Gabriel?'. Me respondió: 'Son los primos maternos Juan el Bautista y Jesús', con ellos sea la Paz. Los saludé y me saludaron, pedí Indulgencia para ambos y la pidieron para mí, y dijeron: '¡Bienvenido sea el hermano bueno, justo, el Profeta perfecto!'. Allí había también ángeles en estado de recogimiento, a los que Allah hizo de sus rostros lo que El quiso, y ninguno de ellos dejaba de glorificar y alabar a Allah con voces diferentes.

Luego nos elevamos al tercer cielo, y he aquí que allí había un hombre cuya belleza resaltaba sobre el resto de la Creación, como la luna llena respecto del resto de los astros. Pregunté: '¿Quién es este, Gabriel?' Me respondió: 'Es tu hermano José' Lo saludé, me saludó), pedí la indulgencia para él, la pidió para mi y me dijo: ' ¡Bienvenido sea el Profeta perfecto, el hermano bueno, que fue enviado en la mejor época! 'Y allí había ángeles en estado de recogimiento y concentración, como los que he descripto en el primer cielo y en el segundo. Gabriel les dijo a mi respecto lo que les dijo a los otros, y ellos procedieron conmigo como habían procedido los otros.

Luego nos elevamos al cuarto cielo, y he aquí que había un hombre. Pregunté: '¿Quién es este, Gabriel?'. 'Este es Enoch, que Allah elevó a una categoría elevadísima'. Lo saludé, me saludó, pedí Indulgencia para él, la pidió para mí. Y allí había ángeles en estado de recogimiento, como había en los demás cielos a los que nos habíamos elevado, que me albriciaron el bien para mí y para mi comunidad. Luego vi allí un ángel sentado, en un lugar de reposo, bajo cuyo mando había 70.000 ángeles, y bajo el mando de cada uno de ellos otros 70.000 ángeles. Y entonces me imaginé (o tuve la intuición, dice el Mensajero de Allah, (BPDyC) de que era él (esto significa que era aquel bajo cuyo mando estaban todos los asuntos de los cielos y de la tierra). Pero he aquí que Gabriel le ordenó "¡Levántate!" y él está de pie, erguido, hasta el Día del Juicio.

Luego nos elevamos al quinto cielo, y he aquí que había un hombre maduro, de ojos grandes, nunca ví más maduro que él, y alrededor suyo había un grupo de su comunidad. Esto me maravilló, por ser ellos muchos. Pregunté: '¿Quién es él Gabriel?' Me respondió: 'Este es el amado entre su gente, Aarón, el hijo de lmrán'. Lo saludé, me saludó, pedí la Indulgencia para él, la pidió para mí. Y allí había ángeles en estado de concentración y humillados, como los que había en los otros cielos.

Luego nos elevamos al sexto cielo, y he aquí que había un hombre moreno, de gran estatura, como si fuera (un beduino de la tribu árabe) de los Shanuah, que a pesar de sus dos túnicas los pelos de su cuerpo atravesaban ambas. Escuché que decía: 'Pretenden los descendientes de Israel que soy el más noble de los descendientes de Adán para Allah, pero este es un hombre más noble que yo ante Allah'. Pregunté: '¿Quién es él, Gabriel?'. Me respondió: 'Este es tu hermano Musa lbn lmran (Moisés)'. Lo saludé, me saludó, pedí la indulgencia para él, la pidió para mí, y allí había ángeles en estado de concentración y humillación como en los demás cielos".

Siguió narrando el Profeta (BPDyC): "Luego nos elevamos al séptimo cielo y no pasé junto a ningún ángel sin que dijera: '¡Muhammad!' y me alabaran. Y he aquí que encontré allí un hombre de canas entremezcladas con su pelo de cabeza y de barba, sentado sobre un estrado. Pregunté: '¿Quién es este, en el séptimo cielo, a la puerta de la casa eterna (o del Templo de los Días), junto a Allah?'. Me respondió Gabriel: 'Este, Muhammad, es tu padre Abraham. Tal es tu lugar (o tu categoría), y la categoría de los temerosos de entre tu comunidad'.

Luego el Mensajero de Allah (BPDyC) recitó (los versículos del Sagrado Corán que dicen): 'Los preferidos de entre la gente para lbrahim son, en verdad, los que lo siguen, y este Profeta (Muhammad), y los creyentes. Por cierto que Allah es Protector de los creyentes' (S.C. 3:68). Lo saludé, me saludó y me dijo: '¡Bienvenido el Profeta perfecto, el hijo bueno, que fue enviado en el mejor tiempo!'. Y allí había ángeles en el estado que estaban en los demás cielos, que me albriciaban con el bien para mí y para mi comunidad."

Siguió diciendo el Mensajero de Allah (BPDyC): "Y ví en el séptimo cielo ríos de luz que brillaban, cuyo resplandor enceguecía la visión, y había ríos de tinieblas, y ríos de hielo, que atronaban. Cada vez que yo me estremecía o tenía miedo, y veía algo tremendo, recurría a Gabriel, quien me decía: ¡Albríciate, Muhammad! (es decir recibe las buenas nuevas), y agradece la Gracia de tu Señor, y agradece a Allah por lo que hizo contigo'."Siguió narrando el Profeta (BPDyC): "Entonces Allah me afirmó con Su Poder y Su Auxilio, y mis preguntas a Gabriel y mi sorpresa no fueron más que en aumento. Dijo Gabriel (P.): 'Muhammad, ¿consideras grande lo que has visto? es solamente creación de lo que creó tu Señor: ¡Cómo entonces no te sorprenderías ante el Creador de las criaturas que has visto, y las que no has visto todavía, mayores a estas! Y todas son criaturas de tu Señor. Entre Allah y su creación hay 70.000 velos, y las más cercanas de las criaturas a Allah soy yo e lsrafel, y entre nosotros y El hay cuatro velos, uno de luz, uno de tinieblas, otro de nubes (o neblina), y otro de agua'."

Siguió narrando el Profeta (BPDyC): "Y vi maravillas de la creación de Allah, y he aquí que El hizo un gallo que lo dispuso como El quiso, que tenía una de sus patas en los confines de las siete tierras, y su cabeza alcanzaba el Trono divino. Este gallo era un ángel de los ángeles de Allah, exaltado sea, que El creó como El quiso, con sus dos patas en los confines de las siete tierras. Luego ese gallo empezó a elevarse por los aires hasta que alcanzó el séptimo cielo, y se posó allí, y su pico estaba junto a las patas del Trono, mientras exclamaba: ' ¡Glorificado sea mi Señor! Cualquiera sea el lugar donde te encuentres no sabrás dónde se encuentra tu Señor, por lo extraordinario de Su situación'. Ese gallo tiene dos alas en sus flancos, que cuando las extiende sobrepasan el oriente y el occidente, y por las madrugadas las extiende y aletea con ambas voceando en alabanza, diciendo: 'Glorificado sea Allah, el Soberano Santísimo! ¡Glorificado sea Allah, el Grande, el que se ha elevado en Sí Mismo! No hay divino sino Allah, Viviente, Subsistente'. Y cuando dice esto glorifican con él todos los gallos de la tierra, y aletean con sus alas y vocean. Y cuando este gallo de los cielos se calla, se callan los gallos de la tierra todos. Este gallo tiene plumones (o pelusas) verdes y plumas blancas, de lo más blanco que yo pude ver jamás. Sus plumones son de lo más verde que yo pude ver jamás, y están por debajo de sus plumas blancas."

Luego narró: "Después seguimos con Gabriel y penetré al Templo de los Días (o a la Casa Eterna) y allí oré dos prosternaciones, junto a gente de mis discípulos (o compañeros), algunos de ellos con ropas nuevas, que entraron conmigo al Templo. Luego salí y me fueron sometidos dos ríos, uno que se llama Al-Kauzar (la Abundancia) y otro que se llama Al-Rahmah (la Misericordia); bebí de Al-Kauzar y me bañé en Al-Rahmah, y luego ambos fueron dóciles a mí. Después entré en el Jardín paradisíaco, y he aquí que en sus dos márgenes (la de los dos ríos) estaban mis residencias y las residencias de mi descendencia, y que su suelo era de musk (almizcle), y he aquí que vi a una muchacha sumergirse en los ríos del Paraíso, y le pregunté: '¿A quién perteneces tú? y me respondió: 'Yo pertenezco a Zaid lbn Harizah"' Entonces lo albricié con ella cuando amaneció. Y he aquí que allí había pájaros como dromedarios de grandes, y sus granadas son como toneles de grandes. Y allí había un árbol que si un pájaro quisiera recorrerle desde sus bases y darte vuelta tardaría setecientos años. No hay ninguna mansión del Paraíso que no tenga una rama de este árbol. Pregunté: '¿Qué es este árbol, Gabriel?'. Me respondió: 'El árbol de Tuba'. Dice Allah (en el Sagrado Corán): 'Tuba sea con ellos y la mejor residencia'. ( S.C. 13:29)".

Dijo el Mensajero de Allah (BPDyC): "Cuando yo entré en el Paraíso me sobrecogí y pregunté a Gabriel sobre aquellos ríos, y lo tremendo y lo maravilloso que allí había, y me respondió: 'Son pabellones o tiendas de los velos con que Allah Bendito y Exaltado sea, se ha cubierto. Si no fuera por estos velos, sería aniquilado por la luz del Trono todo lo que existe". Y terminé por llegar al Loto de la linde (mencionado en el Sagrado Corán 53:14 y 16) cuyas hojas, cada una de ellas, puede cubrir a toda una nación (o a una comunidad o pueblo), y yo estaba a la distancia de él (del Loto de la Linde) como dice Allah, exaltado sea: 'A una distancia de dos arcos, o aún más cerca' (S.C. 53:9). Entonces Allah me habló diciéndome: 'El Mensajero cree en lo que le fue revelado de parte de su Señor' (S.C. 2:285). Respondí por mí y por mi comunidad: 'Y los creyentes todos creen en Allah, en Sus Escrituras y en Sus Mensajeros. No hacemos distingo entre ninguno de sus Mensajeros, y dicen (los creyentes): Escuchamos y obedecemos, tu perdón Señor nuestro imploramos, pues a Tí es el retorno' (S.C. 2:285). Dijo Allah: 'Allah no carga a ningún alma sino de acuerdo a su capacidad, ella obtendrá lo que haya adquirido, y tendrá en su contra lo que haya cometido' (S.C. 2:286). Dije: '¡Señor nuestro! Discúlpanos, si olvidamos o erramos.' Dijo Allah: 'Te disculpo'. Proseguí: '¡Señor nuestro! No nos cargues con una carga como la que has cargado a los que nos precedieron' (S.C. 2:286). Respondió Allah: 'No te cargaré con ello'. Dije: '¡Señor nuestro! Y no nos cargues con aquello que no podemos soportar. Perdónanos, indúltanos y se misericordioso con nosotros. Tú eres nuestro Señor, ¡danos la victoria sobre la gente impía!' (S.C. 2:286). Respondió Allah, bendito y exaltado: 'Te he dado por cierto todo esto a tí y a tu comunidad."

Prosiguió el Mensajero de Allah (BPDyC) diciendo: " '¡Señor mío! Tú has dado a tus Profetas noblezas y gracias ¡danos de ellas!'. Respondió Allah: 'Te las he dado. Entre las que te he dado hay dos palabras que descienden desde debajo de Mi Trono: No hay Poder ni Fuerza sino en Allah. No tengo refugio de Tí, en otro que Tú". Siguió narrando el Profeta: "Y los ángeles me enseñaron algo para decir cuando amanezco y cuando atardezco: '¡Señor mío! Mi oscuridad ha amanecido pidiendo la protección de tu Compasividad, y mi pecado ha amanecido pidiendo la protección de tu Indulgencia, y mi debilidad ha amanecido pidiendo la protección de tu Poder, y mi indigencia ha amanecido pidiendo la protección de tu Perdón, y mi rostro perecedero ha amanecido pidiendo la protección de tu Rostro Eterno que no perece'. Y todo esto yo lo digo cuando atardece (o cuando me despierto).

Luego escuché el Adhan y he aquí que había un ángel llamando a la oración, al que el cielo nunca había visto anteriormente antes de esa noche'. Dijo: 'Allahu Akbar, Allahu Akbar' (Allah es el más Grande, dos veces) y Allah respondió: 'Mi siervo es veraz, Yo soy más Grande que todas las cosas'. Y dijo el ángel: 'Ashhadu an la ilaha illa Allah, Ashhadu an la ilaha illa Allah' (testimonio que no hay divino excepto Allah) y respondió Allah: 'Mí siervo es veraz, Yo soy Allah, no hay divino sino Yo, no hay divinidad fuera de Mi'. Y dijo el ángel: 'Ashhadu anna Muhammadan Rasul Allah, Ashhadu anna Muhammadan Rasul Allah', (testimonio que Muhammad es el Mensajero de Allah), y respondió Allah: 'Mi siervo es veraz, Muhammad es por cierto Mi siervo y Mi Mensajero, Yo lo mandé y lo he elegido'. Y dijo el ángel: 'Haia 'ala Salat, Haia 'ala Salat (venid a la oración)', y respondió Allah: 'Mi siervo es veraz, ha llamado al cumplimiento de una obligación impuesta por Mí. El que marchara hacia ella de buen grado (o de buena voluntad), concentrado, tendrá una remisión de todos los pecados que haya cometido'. Dijo el ángel: 'Haia 'alal Falah, Haia alal Falah (venid al triunfo o a la salvación),'Y respondió Allah: 'Ella es el beneficio, el bien, la salvación y el triunfo (el éxito)'. Luego, dice el Profeta (BPDyC) fui el Imam (conductor en la oración) de los ángeles en el cielo, como había sido el lmam de los Profetas en Jerusalén.

Luego me cubrió una nube y entonces me prosterné y mi Señor me dijo: 'He impuesto a todo Profeta antes que a tí cincuenta oraciones, y así te las impongo a tí y a tu comunidad, y tú las debes ordenar a tu comunidad'." Narró el Mensajero de Allah (BPDyC): "Entonces descendí pasando por lo de lbrahim sin que me preguntara nada, hasta que llegué a lo de Musa y me preguntó: '¿Qué has hecho Muhammad?'. Respondí: 'Mi Señor me dijo: he impuesto a todo Profeta antes que a tí cincuenta oraciones y te las impongo a tí y a tu comunidad'. Respondió Musa: '¡Muhammad! Tu comunidad es la última de las comunidades, y es la más débil, y tu Señor, sin duda no necesita de nada. Tu comunidad, por cierto, no va a ser capaz de cumplir con esto. ¡Vuelve a tu Señor y pídele que aminore a tu comunidad esta obligación!'.

Volví a mi Señor entonces y llegué hasta el Loto de la Linde y me prosterné y dije: 'Me has impuesto a mí y a mi comunidad cincuenta prosternaciones, y yo no soporto esto, ni mi comunidad, ¡aminóralas para mí!'.

Entonces Allah las redujo para mí en diez, y volví a Musa y le informé. Me dijo: '¡Vuelve a tu Señor, no soportarán!'. Volví a mi Señor y El me aminoró otras diez. Llegué a Musa y le informé, y me dijo: '¡Vuelve a tu Señor!'. Y en cada una de las vueltas en que iba me prosternaba (ante Allah), hasta que llegué a que me aminorara a sólo diez oraciones. Entonces volví a Musa y le informé y me dijo: '¡No soportarán!'. Y volví a mi Señor y me aminoró a cinco. Volví a Musa y se lo informé, y me dijo: '¡No soportarás!'. Y le respondí: 'Me avergüenzo de mi Señor y seré paciente con ellas (con las cinco oraciones)'. Entonces un heraldo proclamó: 'Así como dijiste que vas a ser paciente con ellas, estas cinco equivaldrán a cincuenta, cada salat (oración) será de diez. Al que de tu comunidad la realice de buena voluntad se le contará por cada una diez, y si no la hiciera se le contará por una. Y al que de tu comunidad la realice de mala voluntad se le contará como una, y si no la hiciera no se le contará