UN VERDADERO HAYY
Cuando
el Imam Zainul Abidin (P.) regresaba de la peregrinación, Shebel-lí se apresuró
para recibirlo. Cuando se hubieron encontrado el Imam le preguntó:¡"Oh
Shebel-lí!; ¿has realizado la peregrinación?
-Sí,
hijo del Enviado de Dios! (simbólicamente se llama así a todos los Imames de la
descendencia del Profeta Muhammad (B.P).
-¿Acaso
llegaste al Miqat, te despojaste de tus vestimentas cosidas y te purificaste?
-Sí-
respondió Shebel-lí.
Cuando
estabas allí ¿tenías conciencia de que te estabas quitando las vestimentas del
pecado y te estabas poniendo las de la obediencia?
-No-respondió.
-¿Al
sacarte las mismas tenías la intención de erradicar de tu ser la ostentación,
la hipocresía y la duda?
Su
respuesta volvió a ser negativa.
-¿Y
mientras te purificabas, tenías la intención de purificarte de tus pecados y
tropiezos?
-No.
-Entonces
no has pasado por Miqat, no te has despojado de tus vestimentas cosidas ni te
has purificado- dijo el Imam.
-Acaso
¿te has aseado y convertido en Muhrim?
-Sí-dijo
Shebel-lí .
-Mientras
lo hacías, ¿tenías conciencia de que con la medicina del arrepentimiento
sincero se purificaba tu alma?
-No-fue
su respuesta.
-Al
convertirte en Muhrim, ¿tenías conciencia de que se te estaba prohibiendo todo
lo que Dios ha prohibido hacer?
-No-
respondió.
–Y
en ese mismo instante, ¿tuviste la intención de anular todos aquellos pactos
que no estuvieran basados en leyes divinas?
-Tampoco.
-Entonces
no te has convertido en Muhrim.
-¿Acaso
cuando entraste al Miqat, realizaste los dos rak'ats correspondientes y
pronunciaste (el dhikr de) Labbaik?
-Sí-
respondió Shebel-lí.
-Y
cuando entraste allí ¿lo hiciste teniendo la intención y sabiendo que entrarías
a la Casa de Dios?
-No-
respondió Shebel-lí.
-¿Es
que acaso mientras realizabas esta oración sabías que te aproximabas a Dios a
través del mejor acto y el mayor bien de los siervos?
Nuevamente
la respuesta fue negativa.
-¿Y
al decir Labbaik eras consciente de que estabas realizando un pacto con Dios,
que debías sujetarte a él y que no debías contrariarlo (al pacto)?
-No.
-Entonces,
Shebel-lí, no entraste al Miqat, no realizaste la oración ni dijiste Labbaik.
-¿Acaso entraste al Haram, viste la Kaaba y oraste?
-Sí,
Imam.
-Cuando
entraste allí, ¿tuviste la intención y eras consciente de que no debías hacer
gaibat (maledicencia) respecto de tus hermanos musulmanes?
-No.
EI
Imam volvió a interrogarlo: -Al llegar a la Kaaba, ¿tenías la sola intención de
aproximarte a Dios?
-No.
-Entonces
no has entrado al Haram, ni has visto la Kaaba ni has orado.
-¿Es
que acaso has hecho el Tauaf, has tocado la Kaaba y has trotado entre los
montes de Safa y Maruah?
-Si-
fue la respuesta.
-Mientras
trotabas, ¿tenías intención de escapar de Satanás y de tu ego y también de
refugiarte en Dios, teniendo en cuenta que Él es el Conocedor de las
intimidades de los corazones?
-No.
-Entonces
no has hecho el Tauaf, ni has tocado las paredes de la Kaaba ni has trotado.
Prosiguió el Imam: -Shebel-lí, ¿tocaste la piedra negra Y realizaste los dos rak'ats detrás de Maqam Ibrahim (P.)?
Prosiguió el Imam: -Shebel-lí, ¿tocaste la piedra negra Y realizaste los dos rak'ats detrás de Maqam Ibrahim (P.)?
-Sí,
Imam.-respondió Shebel-lí.
En
ese preciso momento el Imam alzo un grito de tristeza, su alma estaba por
perecer:
- jAy,
Ay! ¡Ciertamente que tocar la piedra negra es como darle la mano a Dios, el
Altísimo! Por lo tanto, Shebel-li, ten cuidado de no desaprovechar la
recompensa de un acto de suma importancia.
Cuando estabas en Maqam Ibrahim, ¿tenías la intención de ser desde ese momento en adelante obediente al Creador?
Cuando estabas en Maqam Ibrahim, ¿tenías la intención de ser desde ese momento en adelante obediente al Creador?
-No-
respondió.
-¿Al
realizar la oración tras el mencionado sitio eras consciente de que estabas
realizando la oración del Profeta Ibrahim y que a través de ella habías vencido
a Satanás?
-No.
-Entonces
no tocaste la piedra negra, ni has estado en Maqam Ibrahim, ni has realizado la
oración como es debido.
¿Es
que por ventura te has dirigido al pozo de Zam-Zam y has bebido de su agua?
-Sí-
respondió Shebel-lí.
-Mientras
la bebías, ¿tenías la intención de obedecer plenamente a Dios y de cerrar tus
ojos a la totalidad de los pecados?
-No.
-Entonces
no te has dirigido al pozo ni tampoco has bebido de su agua.
Shebel-lí, ¿has trotado entre los montes de Safa y Maruah?
Shebel-lí, ¿has trotado entre los montes de Safa y Maruah?
-Sí.
–Al
efectuarlo, ¿sabías que te encontrabas entre el miedo y la esperanza?
-No.
-Entonces
no has trotado entre ambos montes.
-¿Acaso
viajaste desde la Meca hasta Mina?
-Sí.
-¿Tuviste
en el transcurso del viaje la intención de dejar a tus prójimos a salvo (de la
maldad) de tu lengua, tu pensamiento y tu mano?
-Realmente,
no.
-Entonces
no has viajado a Mina.
Dime
Shebel-lí, ¿estuviste en Arafat, subiste a Yabalur-rahmat (la montaña de la
misericordia), conociste Namarat (montaña que se considera. perteneciente a
Arafat), y suplicaste tanto en Mil como en Yamarat?
-Si-
fue la respuesta.
-Y
durante tu estadía en Arafat, ¿conociste verdaderamente a Dios, profundizaste
en la sabiduría de las ciencias divinas y descubriste que todo tu ser se halla
bajo el Poder del Dios que conoce tu mundo interior y las intimidades de tu
corazón?
-No.
-Al subir a Yabalur rahmat, ¿sabías que Dios es Misericordioso para con cualquier mujer u hombre creyente, y que es El quien los guía y los auxilia?
-No,
Imam.- fue la respuesta.
-Cuando
estabas en Namarat ¿sabías que hasta que tú mismo no te sometieras a Sus
mandatos los consejos que pudieras dar a tu prójimo no causarían efecto alguno?
-No.
-Y
durante tu estancia cerca de Alam y Namarat (señales del Haram que se encuentran
ubicadas en la montaña de Namarat), ¿sabías que ambas eran testigos de tus
obligatoriedades y que junto a los Ángeles guardianes te estaban protegiendo?
Nuevamente
respondió que no.
-Entonces
no has estado en Arafat, ni te has subido a la montaña de la misericordia,
tampoco has conocido Namarat ni has hablado con Dios.
¿Pasaste
acaso entre ambos Alam (dos estrechos de los cuales uno está entre Ma'shar y
Arafat y el otro entre la Meca y Mina), previo a ello realizaste los dos
rak'ats correspondientes, transitaste por Muzdalifah, juntaste las setenta
piedritas y pasaste por Ma'sharul Haram?
-Si
- respondió Shebel-li.
-Al
realizar la oración, ¿sabías que era un oración de agradecimiento que se
efectúa en la noche del 10mo día, que soluciona cualquier problema y que
facilita las obras?
-No.
-Y al pasar entre ambos Alam, ¿cuidaste de no girar tu cuerpo hacia la izquierda o la derecha y tuviste la intención de no desviarte jamás de la religión divina para tenderte a derecha o izquierda, ni siquiera con tu corazón, en tu lengua o cualquier otro de tus órganos?
-No-
volvió a ser la respuesta.
-Cuando
caminabas por Muzdalifah, ¿tenías la intención de alejarte de los pecados y la
ignorancia y de acercarte a la sabiduría y la voluntad.
-No.
-Entonces
no has pasado por los Alam, ni has orado ni has caminado por Muzdalifah, ni has
juntado las setenta piedritas.
-Al
pasar por Ma'sharul Haram, ¿hiciste consciente a tu corazón del lema
"devoción y temor a Dios"?
-No.
-Entonces no has pasado por Ma'sharul Haram.
-Y
cuando llegaste a Mina, ¿arrojaste las piedras, cortaste tu cabello y
sacrificaste o mandaste sacrificar un animal?
-Si-
respondió.
-¿Hiciste
la oración en la mezquita de Jif y al regresar a la Meca hiciste el Tauaf?
-Si-
fue la respuesta.
-Y
cuando fuiste a Mina y arrojaste las piedras, ¿sabías que tu súplica debía ser
oída y respondida?
-No,
no lo sabía.
-Y
al cortarte el cabello, ¿eras consciente de que deberías permanecer puro de
toda maldad e injusticia hacia el prójimo, que te salvarías de tus pecados y
que volverías a nacer?
-No-
dijo Shebel-lí.
-¿Sabías
que al realizar la oración en la mezquita de Jif no temerías más a nadie y que
no debías tener esperanza más que en tu Señor?
-No.
-Y
al sacrificar el animal, ¿sabías que estabas degollando tu avaricia y que
estabas siguiendo la tradición de Ibrahim (P.), que en el intento por degollar
a su hijo Ismail (P.), fruto de su corazón y tranquilidad de su alma, ... y que
ha fundado la tradición de ser siervo de Dios y la aproximación a Él para las
gentes del futuro?
-No.
-Dime
Shebel-lí a tu regreso a la Meca y en el momento de hacer el Tauaf , ¿sabías
que habías vuelto a obedecer a Dios, que te habías aproximado a Él, que eras su
amigo y que habías cumplido con tus obligaciones?
-No
-Entonces
no llegaste a Mina, no arrojaste las piedras ni cortaste tus cabellos ni
sacrificaste un animal, ni oraste, ni hiciste el Tauaf, ni te aproximaste a
Dios.
Vuelve a la Meca porque, en realidad, no realizaste la peregrinación.
Vuelve a la Meca porque, en realidad, no realizaste la peregrinación.
Shebel-lí,
angustiado al descubrir su bajo pensamiento y entender el verdadero Hayy
(peregrinación), lloró fuertemente y a partir de aquel día se ocupó de aprender
los secretos de la verdadera peregrinación, y al año siguiente concreto su
peregrinación basada en el conocimiento y la certeza.
Fuente: Imam Jomeini, “Las leyes prácticas del Islam”. Ediciones Mezquita
At Tauhid, Buenos Aires, S/F.