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Desde este espacio los invitamos a pensar, tanto los acontecimientos políticos como las producciones filosóficas y espirituales de nuestro continente y del Mundo Islámico, más allá de los presupuestos ideológicos a partir de los cuales se construye "la realidad" desde los medios masivos de comunicación y de los que se nutren, también, las categorías de análisis de buena parte de la producción académica.

Esperamos sus aportes.

jueves, diciembre 12, 2019

La ciencia religiosa según Ibn Al –‘Arif




La ciencia religiosa según Ibn Al –‘Arif


Los verdaderos alumnos de la ciencia religiosa (‘ilm) deben conocer tres asuntos:

Primero: Conocer la justicia (al-ināf) y llevarla a la práctica.

Segundo: Plantear las cuestiones cuidadosamente para evitar toda ambigüedad (al-iškāl).

Tercero: Distinguir entre las opiniones discordantes (al-jilāf) y las opiniones diferentes (ijtilāf).


Dijo [Ibn al-‘Arīf]:

Las causas (al-asbāb) principales del error y la enseñanza engañosa, que son el fundamento de las opiniones desfavorables respecto a las leyes (alšarā’i‘) y las ciencias religiosas, son diez:

Primera: Una analogía (al-qiyās) que se opone a los hechos y a los principios (al-uūl).

Segunda: Una apariencia (al-āhir) que no se corresponde con las verdaderas características (awāf).

Tercera: Adoptar (al-taqlīd) las costumbres tribales (ukm al-‘aabiyya).

Cuarta: Que el interés básico de la filosofía (al-malaa al-falsafiyya) sea el bienestar mundano.

Quinta: Una interpretación rebuscada (al-ta’wīl al-bainī) cuyo significado (alma‘ nà) no es conforme al texto ni a su sentido.

Sexta: Al-takallub, esto es, enseñar y ejercer la ciencia religiosa antes de estar preparado y contar con los recursos necesarios (ālāt).

Séptima: Enseñar por uno mismo (al-istibdād) la teoría (‘ilm) y la práctica (‘amal) de la ciencia religiosa sin tener la autorización necesaria.

Octava: El engaño (al-talā‘ub) que consiste en relajar la práctica religiosa (ruja) imitando a quienes no se preocupan por el conocimiento ni la escrupulosidad en la práctica.

Novena: La precipitación (al-‘aŷala) que consiste en conformarse con las pruebas básicas e iniciales sin llegar a sus conclusiones.

Décima: La lentitud (al-ibā’) que consiste en pedir más (al-miqdār) corrección de la necesaria en el modo de actuar, alegando que lo pide la ciencia religiosa (adillat al-‘ulūm).






Fuente: “Miftā al-sa‘āda wa-taqīq arīq al-sa‘āda (La llave de la felicidad y la realización del camino de la felicidad) de Ibn al-‘Arīf (481/1088-536/1141)”.  Tesis doctoral de Ahmed Shafik Roushdy (2010). Universidad Autónoma de Madrid,  Departamento de Estudios Árabes e Islámicos y Estudios Orientales.