Análisis crítico de la Escuela Existencialista
respecto al Hombre Perfecto
Profesor
Ayatullah Murtada Mutahhari
“Creyentes.
Temed a Dios. Que cada uno considere lo que prepara para mañana (el Día del
Juicio). Temed a Dios. Dios está bien informado de lo que hacéis. No seáis como
quienes, habiendo olvidado a Dios, El hace que se olviden de sí mismos. Estos
tales son los perversos” (59:18-19)
El
existencialismo considera la libertad como el criterio de perfección y
excelencia del hombre. En realidad, el existencialismo ve a la libertad como la
esencia real del humanismo y lo realmente valioso de los valores humanos.
Sostiene el punto de vista de que el ser humano es el único ser que ha sido
creado libre, lo cual significa que no está sujeto a ninguna coacción. En
palabras de los antiguos, el hombre es creado como un ser libre, es decir,
puede y debe optar y es capaz de hacerlo. El hombre no está constreñido al
marco de los sentidos o el instinto. Todos los seres no humanos están
restringidos a lo que ha sido predeterminado para ellos. Los seres no humanos
están afectados por causas y efectos predeterminados, pero el hombre no está
gobernado por ese proceso.
PRECEDENCIA
DE LA EXISTENCIA SOBRE LA ESENCIA
El
existencialismo afirma que el hombre nace libre y goza de libre albedrío. A
diferencia de todas las otras criaturas, el hombre no tiene una naturaleza o
cualidad característica particular. Pero cualquier cosa que existe en la
creación ha sido hecho con un atributo específico o para satisfacer algo muy
concretamente. Un pedazo de piedra no puede ser otra cosa que una piedra, un
gato no puede ser otra cosa sino un gato, etc. Sin embargo, el hombre no goza
de ese carácter o cualidad específica, excepto respecto a lo que elige por sí
mismo. El hombre es libre, ejerce su libre voluntad para concederse una
naturaleza particular, una cualidad o carácter. Esto se llama precedencia de la
existencia o materia sobre la esencia.
Esta
proposición es relativamente antigua para nosotros. La manejamos desde la época
de Sadr ul-Mutaallehin (Mulla Sadra), hace 350 años. Sin embargo los filósofos
han usado el término “essalat-e-uuyud”, o existencialismo, respecto a todas las
cosas y le han dado así un sentido distinto al que tiene hoy día. Pero la
afirmación de que entre todas las criaturas el hombre es el único que debe
desarrollar su carácter intrínseco —lo cual se denomina existencialismo,
“essalat-e-uuyud” o precedencia de la existencia sobre la esencia— ha existido
en nuestra filosofía islámica con gran solidez y distintas interpretaciones,
especialmente en la filosofía de Mulla Sadra. En realidad este argumento
atizado y establecido por los existencialistas por medio de otro canal, es
válido. Es decir, el ser humano debe desarrollar su propia naturaleza y
carácter.
Nuestras
interpretaciones religiosas de cuestiones como la resurrección de las personas,
las conductas y ética pasada y contemporánea de los humanos y la metamorfosis
de los seres humanos —en el sentido de que el Día del Juicio algunos individuos
serán resucitados como personas y otros como objetos o animales—, se basan
todas sobre esta consideración. Aún cuando todos los seres humanos nacen con
intuición humana y todos son potencialmente humanos, sin embargo, en el curso
de la vida, la esencia del hombre puede convertirse en la de una bestia, lo
cual es una realidad.
De
todos modos es un principio en la escuela existencialista que el hombre nace
con libre albedrío y es responsable de sí mismo. Este es un principio válido.
Entre los musulmanes había dos grupos —los asharitas que creían en el fatalismo
o la predestinación, y los mutazilitas que creían en la libertad y la opción—,
aunque los shiitas, sin embargo, adhieren a un término medio. No aceptan la
predestinación como es entendida por los asharitas, ni confirman la libertad
absoluta del hombre como consideraba el grupo mutazilita. Lo que los
existencialistas llaman auto-abandono es lo que los musulmanes mutazilitas
llaman auto-determinación (o libertad) absoluta (tafuid). El Islam confirma el
libre albedrío. Todos nuestros Imames Impecables (P.) han dicho (como dicen hoy
los materialistas) que ni hay predestinación compulsiva o yabr, ni
autodeterminación absoluta o tafuid (es decir: ninguno de ambos es el punto de
vista válido de forma absoluta). Como afirman los existencialistas, hay libre
albedrío y al-amr bain al-amrain (“el asunto entre los dos asuntos”), o en otras
palabras, algo intermedio. De esta manera, la cuestión del libre albedrío y
libertad, hasta el grado que el hombre no está bajo ninguna coacción y que nada
le evita disponer de su libre albedrío, es válido.
LOS
EFECTOS DE LA DEPENDENCIA Y ATADURAS HUMANAS
De
todos modos la escuela existencialista presenta otros argumentos. Hasta ahora
la libertad ha sido usada en su sentido filosófico: el hombre es creado libre y
goza de libertad de elección. Después dicen: cualquier cosa que se opone a la
libertad y la niega, remueve la libertad del hombre y lo aliena del humanismo.
El
ser humano es creado esencialmente libre. Factores como las dependencias y
ataduras disminuyen o restringen su libertad. Si el mismo hombre se ata a algo
fuertemente, sea lo que sea, y se entrega a ello, está —en la visión del
existencialismo— despojado de humanidad porque su libertad se ha separado de
él. El hombre es un ser libre. Cualquier momento en que se una a algo, su
libertad y libre elección se apartan de él.
Son
requisitos varias cosas para la atadura y dependencia. Por ejemplo, si el ser
humano desarrolla una unión con algo, digamos el dinero, y éste juega el
principal papel en su vida, se dice que el dinero desvía la atención del hombre
de sí mismo, lo cual lleva o resulta en que se niega a sí mismo. Una atadura o
dependencia como la indicada desvía la atención del hombre de sí mismo y
destruye su libertad de elección. La ligazón a lo querido o amado, al ideal, es
un preludio de la caída del hombre. Tal ligazón niega su libertad y conciencia,
y la autoconciencia del individuo se convierte en auto-negligencia, en
auto-ignorancia. Si a una persona así se le pregunta respecto a su amado, su
ideal, puede decirnos muchas cosas acerca de ello detalladamente, pero es
totalmente ignorante de sí mismo.
El
segundo efecto de tal ligazón es que hace tender al ser humano a que ignore sus
propios valores humanos y a detenerse solamente en los valores del objeto
querido. Para un acaparador de dinero los valores humanos no tienen sentido. No
representan valor alguno para el mismo. Tampoco le encuentra sentido al honor y
la generosidad. La libertad y el liberalismo no juegan ningún papel en sus
ideas. Todo lo que se puede encontrar en su pensamiento está referido al valor
monetario. Sus valores personales caen bajos, pierden dignidad, en tanto que
los valores de su objeto querido inflaman su ser. El tercer efecto de tal
ligazón es que provoca la esclavitud y la servidumbre. Cuando el hombre se ata
a algo se ve forzosamente enredado en su movimiento y evolución porque está
ligado a ese objeto como un perro a su cadena. El movimiento y la volición se
detienen cuando la libre acción es estorbada. En farsi moderno un hombre así
deja de ser tal para convertirse y languidecer en la condición de existencia.
COMO
ES VISTA LA “CREENCIA EN DIOS” EN LA ESCUELA EXISTENCIALISTA
Por
lo tanto la esencia y substancia del ser humano y la importancia de los valores
humanos, en otras palabras, la fuente de todos los valores humanos en el
existencialismo, es la libertad y la libre elección. Si el hombre quiere salvar
su humanismo frente al cambio, debe suprimir todo tipo de atadura y
dependencia, incluso la del bello ser querido, la esclavitud del amor, el
Paraíso, la portada o umbral del Señor. Esta escuela dice que el hombre debe
ser absolutamente libre y por tal razón esta ideología sostiene que la fe en
Dios no es compatible con su objetivo desde dos puntos de vista. Uno de ellos
es que la creencia en Dios necesita de la creencia en la naturaleza estable e
inmodificable del hombre. Porque si Dios existe, el hombre debe tener un
carácter, función o cualidad específica respecto a la gnosis de ese Dios. En
otras palabras, el hombre no puede tener una naturaleza indeterminada. Además,
si hay un Dios, la predestinación y el fatalismo se vuelven una coacción que
domina al hombre y entonces no habrá ya libertad y elección para nada. De esta
manera —argumentan—, si aceptamos la libertad no aceptaremos a Dios.
Por
otra parte, la creencia en Dios niega la creencia en la libertad. Además, la
creencia en Dios significa tener fe en El. Fe en Dios significa pertenencia y
unión a Dios, mientras que la unión, de cualquier tipo es contraria a la
libertad, particularmente si esa pertenencia es fe en el Señor, porque la
ligazón y pertenencia al Señor está por encima de toda otra unión o conexión.
Si existe la unión del hombre con Dios, ésta no puede ser violada de ninguna
manera. Por esta razón la escuela o ideología existencialista ve la perfección
del hombre en la libertad.
Esta
escuela se puede expresar de dos maneras:
1.
Creyendo que la fe en Dios niega la libertad y la libre opción, lo cual es un
error. Ya he desarrollado este punto en mis libros: “El Hombre y la Fe” y “La
Inclinación al Materialismo y sus Razones”. Los existencialistas consideran la
fe y la creencia en la suerte y el destino como cosa antigua, de mujeres. No
comprenden apropiadamente el destino y la predestinación, pues de otra manera
habrían comprobado que las enseñanzas islámicas no niegan el libre albedrío y
la libertad de optar.
2.
Creyendo que la ligazón a cualquier otra cosa, sea o no Dios, va contra la
libertad humana.
Para
tratar esto haré algunas observaciones preliminares.
“KAMAL” O PERFECCION: UN MOVIMIENTO DEL SER
AL SER
Consideremos
una criatura que se nueve a través de distintas etapas en el curso de su
evolución. Tomemos por ejemplo una planta o una célula humana y rastreemos los
distintos estadios de crecimiento y desarrollo por los que pasan hasta que
llegan a la perfección o “kamal”. Parten todos estos procesos de una pequeña
semilla, de una aparente condición de debilidad, y van cambiando
constantemente, evolucionando y creciendo. ¿Tenemos que suponer que tal
evolución va del ser al ser, del ser al no-ser, o del no-ser al ser?
Si
asumimos que se desarrolla del ser al no-ser, significa que permanece como tal
hasta el momento que empieza a desarrollarse y crecer y se auto enajena, no
siendo ya lo mismo desde el momento que empieza a desarrollarse. Como dijeron
algunos filósofos de la antigüedad, “el movimiento crea la alienación”. Esto
significa que el movimiento es un proceso de conversión en no-ser, lo cual
obviamente es falso.
La
cuestión es que la semilla de una flor o una célula humana van constantemente
del ser al ser desde el momento que empiezan su movimiento de evolución, hasta
que alcanzan el grado de la perfección. Esto significa que el ser tiene un
movimiento continuo ininterrumpido. En otras palabras, no se puede decir que la
rosa o el yo del hombre existen acabadamente en cualquier trayecto del curso de
su desarrollo hasta que alcancen la posición más elevada o el grado último de
su evolución y perfección. El movimiento se produce desde un yo deficiente o
incompleto hacia uno más completo o pleno, hasta que se alcanza la perfección.
Todas las criaturas están intuitivamente enamoradas de, o deseando su estadio
final de perfección. Así, la ligazón del ser con su propio estadio superior o
grado de perfección, no es como dice Sartre una auto alienación. Esa ligazón cada
vez más grande significa sumergirse más profundamente dentro de uno mismo o, en
otras palabras, significa ser cada vez más uno mismo. Si la libertad llega al
estadio que libera al hombre incluso de su grado superior de perfección, es
decir, lo libera de su yo, es una libertad que lleva a la auto alienación, al
auto enajenamiento. Una libertad así es una perfección antihumana. Si la
libertad es para incluir su perfección existente, es decir, incluye una cosa
para la cual existe el estadio de perfección, significa que la cosa carece de
ésta y está despojada de su propio estadio de perfección. Es decir, yo soy más
perfecto que el yo (que poseo en un momento dado) y mi yo más imperfecto está
desembarazado de mi yo más perfecto. Tal libertad aleja al hombre de sí mismo
más que unirlo o ligarlo a un yo más perfecto.
La
escuela existencialista no diferencia entre la ligazón a un objeto alienante y
la ligazón al yo, es decir, la ligazón a una cosa que ya está en su estado de
perfección. Estamos de acuerdo en que la unión a un agente o existencia que
aliena el yo propio puede provocar que se metamorfosee la esencia humana o
sufra cambios. ¿Por qué la unión o atadura a las cosas materiales está tan
condenada por la religión? Porque los objetos materiales son extraños (a la
verdadera naturaleza humana) y en realidad provocan la caída de los valores
humanos. Sin embargo, la unión a lo que constituye la perfección final del ser
humano, no es una unión a una materia extraña o enajenante. Se trata de la
unión al yo, y la unión del hombre consigo mismo no lo enajena de su yo. Ni le
hace perder conciencia de sí mismo o que olvide sus valores. Ello no provoca
que cese el proceso de cambio del hombre y modifique su forma de existencia.
Cuando una cosa adquiere la unión con su propio fin o límite último (gaiat), se
mueve rápidamente en esa dirección.
EQUIVOCACIÓN
DEL EXISTENCIALISMO RESPECTO A LA RELACIÓN DEL HOMBRE CON DIOS
Señor
Sartre, Dios no se aliena del hombre de ninguna de las dos maneras. En primer
lugar, la unión del hombre con Dios no es la de un agente no-ser o alienado a
su fuente, de modo que el hombre se olvide de sí mismo por su unión a Dios. La
cuestión es que el factor causativo, el origen de todas las cosas, la razón
d'etre, o el agente formador o generador, en resumen, el agente por medio del
cual cualquier objeto sigue existiendo, está más cerca o próximo al objeto que
cualquier parte esencial del objeto. Este es un argumento que ha sido probado y
establecido por medio de pruebas claras e irrefutables.
El
Sagrado Corán dice: “Nosotros estamos más cerca de él que vosotros...” (56:
85). En otras palabras, no solamente Dios tiene mayor conciencia de nosotros que
nosotros mismos, sino que “nuestra esencia (dice Dios) está más ceca de ustedes
que lo que ustedes lo están de sí mismos”. Este es un profundo concepto
coránico. Toda persona dice ser el más íntimo o cercano a sí mismo que
cualquier otra persona o cosa, pero el Sagrado Corán dice que Dios está más
cerca o más próximo a cualquier cosa que lo que está la cosa de sí misma,
porque Dios es más el yo de cualquier cosa que lo que es el yo de la cosa
respecto a sí misma. Sin duda este es un argumento de un nivel extremadamente
elevado.
Dice
‘Alî (P.): “Dios no está dentro de un objeto ni es parte del objeto, a la vez
que no se separa ni aparta del mismo”. Este punto se enfatiza en el “Nahyul
Balaga”.
En
segundo lugar, el Sagrado Corán dice que el hombre debe percibir un sentido de
unión y pertenencia a Dios porque lo considera como la meta en su camino y cree
que ese camino lo lleva a Dios. Por lo tanto, la atención del hombre a Dios es
en realidad su propia y más elevada perfección. El movimiento del hombre hacia
Dios es un dirigirse hacia su propio yo, yendo desde un yo imperfecto hacia un
yo más perfecto.
De
esta manera, Sartre comete un error cuando compara a Dios con otros objetos y
cuando piensa que si el hombre atiende a Dios pierde sus propios valores y cesa
su marcha ulterior.
AUTOCONCIENCIA
Y CONCIENCIA DE DIOS
Dios
está tan cerca del hombre que la conciencia de Dios en éste es exactamente como
la conciencia de sí mismo. Y el hombre puede adquirir conciencia de sí mismo
solamente cuando ha adquirido la conciencia de Dios. Es imposible lograr la
autoconciencia sin tener conciencia de Dios. El Sagrado Corán dice que quien se
olvida de Dios, en realidad se ha olvidado de sí mismo. Y el hombre se recupera
a sí mismo solamente después que ha recuperado a Dios. Dividirse uno de Dios es
olvidarse de sí mismo. El Sagrado Corán se expresa en una dirección opuesta a
la del existencialismo. Esta ideología afirma que volverse consciente de Dios
es convertirse en inconsciente de sí mismo. El Sagrado Corán dice que el hombre
solamente puede convertirse en consciente después que tomó consciencia de Dios.
Este es uno de esos argumentos rigurosos y precisos del Sagrado Corán e
indudablemente un sorprendente alegato.
El
Sagrado Corán dice que el hombre a veces se pierde a sí mismo. En términos
coránicos, quién más pierde no es aquel que perdió su dinero, su libertad o su
pureza, sino el que perdió su yo o alma. Si el hombre pierde su alma lo perdió
todo, y cuando la recupera, encuentra todo.
¿Para
qué sirve la filosofía de la adoración? Para que el hombre se encuentre a sí
mismo. La filosofía de la adoración es encontrarse a sí mismo y alcanzar la
autoconciencia de la que habla el Sagrado Corán, lo cual nadie llega a
comprender, excepto aquellos inspirados por la escuela del Islam. Vemos que
hombres como Muhyiddin Ibn Arabi y sus discípulos como Moulavi, fueron capaces de descubrir esto
aproximadamente 600 años después de la revelación del Sagrado Corán. Fueron
capaces de hacerlo gracias a las enseñanzas e inspiración islámicas. Esos
hombres tuvieron la distinción de haber alcanzado ese estatus sublime de
discernimiento espiritual más de 700 años antes que cualquier filósofo
contemporáneo abordara los argumentos referidos.
Moulavi, confirmando que la auto consciencia
nunca se separa de la conciencia de Dios, ha dicho:
“La
conciencia del corazón (del alma) necesariamente significa la mayor conciencia,
el alma más fuerte”
Moulavi trata esto en mayor grado diciendo que
el alma es todo conocimiento y consciencia y que el alma del hombre es más
poderosa que la de los animales debido a su consciencia superior. El argumento
se vuelve muy sutil y delicado hasta que el poeta ( Moulavi) agrega: “el hombre
se convierte en consciente de sí mismo después que adquirió conocimiento y consciencia
del Señor”.
Por
lo tanto, la respuesta a la afirmación existencialista de que las ataduras
impiden la libertad, es que ello es cierto, que todas las ataduras se oponen a
la libertad excepto la que une a Dios, la cual es la unión a la propia alma de
uno. Esta forma de unión es más perfecta y la libertad no se puede obtener si
no es por la unión a Dios. Por lo tanto el conocimiento y consciencia de Dios
necesita una más grande consciencia de sí mismo. Cuanto más el individuo reza y
recuerda al Señor en soledad, mayor será su consciencia de Él y mejor conocerá
su propia alma. La autoconsciencia en su verdadero sentido, es dependiente o
condicional de la consciencia de Dios. Esta no puede ser adquirida si no es por
medio de una auténtica extrema devoción. Un psicólogo no obtiene la
autoconsciencia aunque practique la psicología durante mil años.
Alî
(P) tiene un dicho maravilloso: “Me pregunto por qué el hombre se esfuerza
tanto por recuperar una baratija perdida pero nunca se detiene a pensar respecto
a su alma perdida”.
RESPUESTA
A OTROS PUNTOS DIVERSOS
Con
respecto al argumento de que la fe en Dios causa el abandono de los valores
humanos, nosotros decimos que ahogar el alma en algo enajenante puede provocar
que uno olvide sus valores intrínsecos. Pero sumergirse profundamente en cosas
que son atributos de perfección del alma, hace que reviva el chispeo o
centelleo de los valores humanos. Esta es la razón por la que los valores
humanos son más fuertes, ya que así son las virtudes del amor y la razón en los
individuos que ascienden a un nivel más elevado de obediencia y adoración de
Dios. Tales individuos gozan también de un poder y grandeza espirituales más
grandes, porque, todos ellos, son atributos divinos.
Con
respecto a otra afirmación existencialista que expresa que la unión a Dios
detiene el proceso humano en el hombre, se puede discutir que los defensores de
este punto de vista deben haber considerado posiblemente al Señor como un árbol
al que se pueden sentir atados por su ligazón a Él. El árbol o algún otro
objeto fijo, limitado o desprovisto de esencia, vacío, hace imposible el
movimiento para cualquier cosa atada o ligada al mismo. Los existencialistas
deben saber que Dios es la Realidad Infinita que no conoce límite alguno,
suspensión o detención. Esto significa que el hombre tiene un movimiento sin
fin hacia la perfección.
“KAMAL” (PERFECCIÓN) COMO OBJETIVO Y COMO
MEDIO
Otra
cuestión en la que se equivocan los existencialistas es en tomar el medio como
fin. La libertad es una perfección o “kamal” para el hombre, pero es un medio
de perfección no su objetivo. Ser libre no es el objetivo sino que el hombre
debe ser libre con el objeto de alcanzar la perfección. La libertad implica
opción y entre todos los seres, el ser humano es el único que elige su propio
sendero, o para ser más exacto, elige su propio yo él mismo; de esta manera el
hombre es libre y opta. Pero, ¿podemos decir que ha obtenido la perfección
porque es libre, o podemos decir que está en libertad de elegir su propia
perfección? Seguramente la libertad solamente puede llevar al hombre al estadio
más alto de perfección así como puede provocar que caiga en la más profunda
bajeza.
La
libertad no es por sí misma la perfeccionadora del hombre. Es un medio por el
cual se puede obtener la perfección. Es decir, si el hombre no es libre no puede
adquirir la perfección humana, de la misma manera que alguna existencia
constreñida por cosas como la naturaleza o el instinto, no puede adquirir
atributos de excelencia y perfección. Por lo tanto, la libertad es un medio y
no un fin para la perfección.
El
mismo argumento es válido respecto a la rebelión. Los existencialistas piensan
que dado que el hombre es libre puede rebelarse contra cualquier cosa y
negarla. Los existencialistas han llegado a considerar la rebelión y la
desobediencia como virtudes de los hombres libres, y consideran que es libre el
hombre que no se somete a nada y se rebela contra todas las cosas.
Como
han atribuido un valor esencial a la rebelión, se concluye que la anarquía es
un postulado en esta escuela. Sartre ha intentado desviar o evitar esta
acusación contra él y su ideología, pero ha fracasado. Una ideología que le da
un valor intrínseco a la rebelión no puede existir sin la anarquía. En el Islam
lo que vale es la posibilidad de rebelarse, lo que significa que el hombre puede
rebelarse, obedecer, ascender o caer. Quien nunca se rebela, ¿es un ser
superior? No. La capacidad de obedecer o rebelarse es de igual valor y se
consideran como elementos de perfección. Otros seres no gozan de tales
capacidades y por lo tanto no son libres para optar.
En
realidad, al producirse la rebelión o desobediencia en el hombre, lo conocido
como arrepentimiento es una fuente de perfección para él. Es por medio del
arrepentimiento de la rebelión que encuentran realización algunos de los
Atributos divinos, que son títulos del Señor, como Misericordioso, Compasivo,
Perdonador, etc.… Si no hubiera existido la rebelión y el arrepentimiento, no
habría existido el perdón ni habría hecho falta el perdonador. La rebelión es
la caída y el arrepentimiento es el retorno (a lo correcto).
Se
narra que Dios ha dicho: “Si los hombres que yo he creado no se rebelaran sobre
la tierra, hubiera traído nuevas criaturas que se rebelaran y arrepintieran
para que yo pudiera perdonarlos”. Por lo tanto la rebelión no es un valor
intrínseco.
Libertad
significa falta de obstáculos para la acción y la ausencia de compulsión de
modo que uno pueda transitar el camino de la perfección sin impedimentos. No es
correcto decir “he obtenido la perfección porque soy libre”. La libertad es un
preludio para la perfección, no la perfección en sí misma. Corresponde a un ser
que debe caminar cierta distancia y es dejado solo y creado sin ningún
impedimento para que se mueva en esa dirección. Es decir, está en el estadio de
libertad, que es una etapa previa a la perfección. Significa que el hombre es
libre para recorrer el camino de la perfección.
Por
lo tanto, el primer error de la escuela existencialista es asumir que la
libertad y las alternativas del hombre se oponen a la existencia de Dios. El
segundo error es creer que la fe y unión a Dios es como la unión a un objeto
que lleva a la frustración o rigidez. Esto induce al engaño y hace que lo
meritorio pierda su valor. Su tercer error está en que su ideología considera
la libertad como la perfección superior del hombre o como el atributo de
excelencia más sublime del mismo, en tanto que la libertad es un instrumento de
perfección primario.
¿La
libertad es perfección? Sí, en realidad lo es. Sin ella el hombre no puede
alcanzar su propia perfección. Dios ha creado al hombre de tal manera como para
que alcance su mayor grado de perfección por medio del libre albedrío y la
libre opción. El camino a la perfección no puede ser otro sino aquel por el que
va hacia ella por medio de su libre voluntad. Tan pronto como interfiera alguna
compulsión, el camino queda firmemente bloqueado.
COMO
ES VISTA LA LIBERTAD EN TÉRMINOS ISLÁMICOS
El
Islam ha confirmado la libertad como un valor humano pero no como el único
valor humano en su sentido superficial. ‘Alî (P.) ha dicho a su hijo el Imam
Al-Hasan en el pacto realizado, según el “Nahyul Balaga”: “Mantente alejado de
toda cosa baja... No conseguirás de nuevo el respeto que pierdas. No seas
esclavo de nadie, en tanto Dios te ha creado libre”.
El
Imam As-Sâdiq (P.) ha hecho la siguiente observación: “Solamente una cosa puede
hacerse equivalente al alma de uno, y eso es Dios”.
De
todo lo dicho hasta ahora queda claro que el Islam no es una ideología de un
solo valor, es decir, que considera valiosa solamente una cosa, algo que todo
lo abarca. El Islam ha dicho todo lo que dicen los filósofos. Aprecia las cosas
mejor de lo que la han apreciado los místicos. El Islam ha dicho más y
observado más que todo lo que han observado y dicho las escuelas del amor y del
poder. Ha considerado las cosas de manera más efectiva que todas las escuelas,
incluidas la existencialista y la comunista. Al mismo tiempo, el Islam está
desprovisto de los errores y limitaciones de esas ideologías. La clara y vívida
lógica del Islam nos muestra que es su origen divino lo que lo establece como
doctrina acabada y perfecta.
Observamos
que todas las ideologías, incluso las enunciadas por genios mundiales,
palidecen y pierden color al ser comparadas con la escuela islámica, enunciada
por un hombre sin instrucción, posiblemente iletrado, pero elegido por Dios. Es
a través de una comparación así que puede ser medido el real valor de la
doctrina islámica.
GLOSARIO
DE TÉRMINOS Y ABREVIATURAS
(00:00): Abreviatura para las citas del
Sagrado Corán. El primer número indica una de las 114 suras o capítulos, luego
de los dos puntos se indican los versículos.
‘ARIF: (Plural ‘urafá) Literalmente quiere decir sabios o conocedores.
Designa a los seguidores del sufismo o espiritualismo islámico, también
conocido como ‘Irfán.
BPD: Abreviatura de: La Bendición y la Paz sean con él y su
Descendencia. Se dice después de la mención del Profeta Muhammad (BPD).
HADlZ: Ver Tradición.
HAFIZ: Famoso poeta místico iraní.
HEGlRA: La emigración del Profeta Muhammad (BPD) de la Meca a Medina en el
622 d.C. Es el punto de partida del calendario y era islámica.
IMAMES: En esta obra el término designa específica mente a los Doce
Imames (P), los impecables sucesores del Profeta Muhammad (BPD) hasta la época
actual. Ver: El Islam Shiíta, de Allamah Tabatabai.
MOULANA: Ver Moulavi.
MOULAVI: Literalmente “mi maestro”, es
un apelativo común en oriente para Yalaluddín Rumi, conocido en occidente como
un destacado exponente del sufismo. Se lo llama también Moulana que significa
“nuestro maestro”.
MUYAHIDIN: Quienes combaten en el Yihad o Guerra Sagrada.
NAFS: Esta palabra árabe significa, según su uso, tanto alma como ego.
Puede tener un sentido positivo, negativo o neutro según el contexto.
NAHYUL
BALAGA: Famosa compilación de los dichos,
cartas y sermones del Imam ‘Alî lbn Abi Talib (P). Es una obra famosa en todo
el Islam por su sabiduría, elocuencia y perfección de la lengua árabe. El
título significa “Cimas de la Elocuencia”, y hay versión en castellano.
P: Esta abreviatura entre paréntesis significa: La Paz sea con él. Se
coloca luego de los nombres de los Imames (P) y de los Profetas (P).
SAADI: Famoso poeta y místico iraní. Algunas de sus obras están
traducidas al español.
TRADICIÓN: Traducción del término hadiz, designa a los dichos, hechos,
enseñanzas, etc., que se han recibido directamente del Profeta (BPD) o de los
Imames de su Descendencia (P.), y que se encuentran compiladas en numerosos
libros antiguos y modernos por millares. Es una de las dos fuentes de la
doctrina islámica, ocupa el segundo lugar en importancia luego del Corán.
‘URAFA: Plural de ‘arif (ver).
VINO: Este término, igual que el de taberna, bebedores, borrachos, etc.,
que aparece en los poemas místicos citados en el texto, es una alegoría o
símbolo para el néctar de la realización espiritual y la embriaguez de los
estados contemplativos. No debe interpretarse como lo hacen algunos ignorantes
en sentido literal (como en la poesía de Omar Khayyan) pues el vino y todo
embriagante está totalmente prohibido en el Islam y los místicos siempre
respetaron esto.
YIHAD: Este término (traducido a veces como Guerra Santa) significa todo
lo que sea esfuerzo, sacrificio, combate, lucha, pero por un fin superior, no
la mera violencia injusta. Se aplica tanto a la guerra que se emprende
defensivamente para restablecer la justicia o rechazar la opresión, como al
combate espiritual interior para establecer la justicia y equidad en la propia
alma. En este último sentido es usado en este texto.
Extraído
del libro El Hombre Perfecto Desde la visión del Islam y otros pensamientos;
Editorial
Elhame Shargh
Tomado
de: www.islamoriente.com / Fundación
Cultural Oriente