LA CIENCIA DE LA GNOSIS
Allahmah Murtaza Mutahhari
La
ciencia de la gnosis es una de las ciencias que nacieron y crecieron en el
regazo de la cultura islámica.
Esta
ciencia puede ser estudiada e investigada desde dos ángulos: el sociológico y
el científico.
Hay
una diferencia importante entre los gnósticos y los estudiosos de otras
ciencias islámicas, como los tradicionalistas, los comentadores del Corán, los
juristas, los teólogos, los literatos y los poetas: aunque los gnósticos
también pertenecen a la clase de los estudiosos e idearon la ciencia de la gnosis
y produjeron grandes eruditos que escribieron importantes libros sobre la
materia, a diferencia de otros prefirieron formar un grupo social aparte en el
mundo islámico. Los estudiosos de otras materias, en cambio, por ejemplo los
juristas, son solamente especialistas, pero no se consideran un grupo social
distinto.
Desde
el punto de vista científico los especializados en gnosis (‘Irfãn) se llaman
gnósticos (‘Ãrifs), pero desde el punto de vista social son mayormente
conocidos como sufis.
De
todos modos, los gnósticos y sufis no son un grupo religioso organizado
separado, ni ellos afirman serlo. Se encuentran diseminados en todos los grupos
musulmanes. Pero desde el punto de vista social forman un grupo separado y un
cuerpo separado al tener sus características, ideas y formas de vida especial.
Visten un tipo de ropa particular y llevan el cabello de una manera particular.
Viven en sus comunidades, etc.. Así, en un cierto grado, los sufis se han
convertido en un grupo aparte tanto desde el punto de vista religioso como
desde el punto de vista social.
No
obstante, ha habido y hay aún, especialmente entre los šî‘itas, gnósticos que
aparentemente no se diferencian (de los demás musulmanes) no obstante estar
estrechamente relacionados con la gnosis y el camino espiritual. En realidad,
son ellos los verdaderos gnósticos, no quienes han inventado cientos de
rituales e innovaciones.
Aquí
nos proponemos discutir la gnosis solamente como una rama de las ciencias
islámicas, lo que no tiene nada que ver con los sufis como grupo social, o con
los rituales adoptados por los mismos.
Si
hubiésemos querido discutir el aspecto social del misticismo hubiera sido
necesario que nos ocupáramos de las causas que dieron origen a estos grupos y
habríamos hablado de su influencia positiva y negativa sobre la sociedad
musulmana, habríamos visto cómo interactuaron con otros grupos musulmanes, cómo
incidieron sobre las ciencias islámicas y qué efecto produjeron en lo que hace
a la propagación del Islam. Pero ahora no nos ocuparemos de esos temas y nos
proponemos discutir la gnosis solamente como una ciencia.
Desde
el punto de vista científico la gnosis tiene dos aspectos: uno práctico y el
otro teórico.
El
aspecto práctico de la gnosis es esa parte de la misma que describe la relación
del hombre con el mundo y con Dios. Determina estas relaciones y explica los
deberes que las mismas transmiten al ser humano.
Siendo
una ciencia práctica, esta parte de la gnosis se asemeja a la ética. La
diferencia entre ambas la explicaremos más adelante.
Esta
parte de la gnosis se llama Saîr wa Sulûk (camino o viaje espiritual). Explica
desde dónde debería iniciar su camino la persona que desea alcanzar la meta de
la humanidad, es decir, el monoteísmo; en qué orden debería recorrer los
estadios y las “estaciones” intermedias y qué “situaciones” se espera que
sobrelleve durante su camino. Para este propósito es esencial responder a la
supervisión de un guía espiritual plenamente experimentado, versado en los
procedimientos del camino y que él mismo haya pasado a través de todos sus
estadios. Sin la guía de un preceptor así de perfecto (llamado a veces Jizr),
el Sãlik (viajero o novicio) puede perder el camino y extraviarse.
Dice
un poeta: “No intentes avanzar sin estar acompañado por un Jizr. Oscura es la
senda: cuídate de no perder el camino”.
El
monoteísmo o la Unicidad de Dios, que busca el gnóstico y resulta el objetivo
más elevado de la humanidad, es completamente distinto del monoteísmo de la
gente común. Para un filósofo la unidad de Dios significa que solamente hay Una
Existencia Esencial, solamente una.
Los
gnósticos sostienen que la Unicidad de Dios significa que Dios es realmente la
única Existencia. La existencia de todo lo demás es ilusoria.
El
monoteísmo del gnóstico yace en hacer un viaje espiritual y por ese medio
alcanzar el estadio donde no pueda ver otra cosa sino a Dios.
Los
contrincantes de los gnósticos no solamente no creen en tal estadio, sino que a
veces lo catalogan de idea herética. Por el contrario, para los gnósticos el
monoteísmo real es solamente alcanzar dicho estadio, y todos los otros grados
de creencia son heterodoxos. De acuerdo a los gnósticos el ser humano no puede
alcanzar ese estadio por medio de la comprensión intelectual. Solamente lo
puede alcanzar por la limpieza y purificación del corazón, extinguiendo sus
bajos deseos y emprendiendo un viaje espiritual.
Este
es el aspecto práctico de la ciencia de la gnosis y en este sentido se asemeja
a la ética, la que también se ocupa de la cuestión de cómo debería procederse.
Veamos las diferencias entre ambas ciencias.
a)
La gnosis además de tratar la relación del ser humano consigo mismo y con el
mundo, se ocupa de su relación con Dios. Pero ningún sistema ético se ocupa de
esta última relación. Solamente el sistema moral de la religión se ocupa de ese
aspecto.
b)
El viaje espiritual del que habla la gnosis, como las palabras lo indican, está
condicionado por el movimiento. Pero los principios morales son estáticos. La
gnosis habla de un punto de partida y después menciona diversos estadios que el
novicio tiene que atravesar para alcanzar el estadio final.
Desde
el punto de vista de un gnóstico, el sendero espiritual es un sendero real, no
figurativo o perceptible por los sentidos. Es necesario atravesar varios
estadios y no es posible para nadie alcanzar un estadio determinado sin pasar
por el estadio previo.
A
los ojos del gnóstico, el alma humana es como un chico o una planta que tiene
que ser nutrida de acuerdo con un sistema determinado. Por otra parte, en la
ética se enfatizan solamente ciertas cualidades, como ser la veracidad, la
amistad, la justicia, la castidad, la caridad, el sacrificio, es decir, las
cualidades que lustran y embellecen el alma. Desde el punto de vista moral el
alma humana se puede comparar a una casa que tiene que ser pintada y decorada,
aunque para ello no hay que observar ningún orden y el trabajo se puede
comenzar desde cualquier punto.
c)
En la moral los elementos espirituales son limitados. Todos saben lo que ello
significa. Por el contrario, los elementos espirituales de la gnosis son
comparativamente vastísimos.
En
relación con el viaje espiritual, los estadios y fases sensibles que se tratan
en la gnosis son encontrados por el novicio o la novicia personalmente. Su
experiencia no es compartida por otros.
Otra
parte de la ciencia de la gnosis explica la naturaleza del universo. Se ocupa
de Dios, el mundo y el ser humano. Esta parte de la gnosis se parece a la
filosofía porque intenta interpretar el universo de un modo filosófico. Pero
así como tiene un gran parecido con la ética sin ser lo mismo, de la misma
manera la gnosis tiene rasgos comunes con la filosofía pero es diferente de
ella. Más adelante explicaremos esto mejor.
Gnosis
Teórica
Llegamos
ahora al aspecto teórico de la gnosis. La gnosis teórica se ocupa de la
naturaleza del universo y trata del ser humano, Dios y el mundo. Esta parte de
la gnosis se asemeja mucho a la teosofía, porque ambas interpretan la
naturaleza del universo. Así como la filosofía tiene sus propios problemas y
principios, de la misma manera también los tiene el gnosticismo. La diferencia
entre ambos es que la filosofía basa sus argumentos sobre sus postulados,
mientras que la ciencia de la gnosis los basa en la visión o intuición, para
después enunciar sus teorías de una manera lógica.
El
razonamiento de la filosofía se puede comparar al estudio de un ensayo en su
idioma original, y el razonamiento de la gnosis al estudio de un ensayo
traducido de otro idioma. Lo que los gnósticos afirman es que comunican con el
lenguaje de la razón lo que ven con los ojos de su corazón y su completa
existencia física.
La
concepción gnóstica de la existencia es totalmente distinta de la concepción
filosófica. Desde el punto de vista de un filósofo la existencia de lo que no
es Dios es tan real como la existencia de Dios. La diferencia reside en que
Dios es (es decir, fue y será) autoexistente, mientras que todo lo que no sea
Dios ni es autoexistente ni existe esencialmente. Es la Existencia
autoexistente la que da vida a todas las demás cosas. Pero de acuerdo a los
gnósticos la existencia de las cosas que no son Dios es absolutamente
insignificante en comparación a lo que es Dios en la existencia, incluso
admitiendo que es Dios el que hace que exista todo lo que no es Dios. Desde el
punto de vista gnóstico, la existencia de Dios empapa todas las cosas y todas
las cosas resultan una manifestación de Sus nombres y atributos. Nada existe,
absolutamente, como El existe.
El
punto de vista de los filósofos es distinto del de los gnósticos. El filósofo
quiere entender este universo. En otras palabras, quiere tener en su mente una
imagen relativamente abarcativa y completa. A los ojos de un filósofo el logro
más elevado del ser humano es ser capaz de percibir el mundo de tal manera que
funda en su propia existencia la existencia de este mundo y él mismo se
convierta en el mundo. A esto se debe que la filosofía ha sido definida como:
“Convertir el mundo mental del ser humano en (algo) similar al mundo
existente”. Pero el gnóstico no está interesado en la razón y el intelecto. El
quiere tener acceso a la realidad de la existencia, o sea, a Dios mismo. Quiere
reunirse con esta realidad y observarla.
De
acuerdo al gnóstico, el logro más elevado del ser humano es retornar a su
origen (es decir, de donde ha venido), para aniquilar la distancia entre él y
Dios, disipar los atributos humanos y buscar la supervivencia en Dios.
Un
filósofo usa la razón y el intelecto mientras que el gnóstico para su propósito
usa el corazón y el alma purificados y el constante esfuerzo espiritual.
Más
adelante se verá más claro la diferencia entre las concepciones filosóficas y
gnósticas del universo al debatir sobre estas últimas.
La
Gnosis y el Islam.
Tanto
los aspectos teóricos como los prácticos de la gnosis se relacionan
estrechamente con el Islam, porque como cualquier otra religión, o más que
otras religiones, el Islam determina y explica la relación del ser humano con
Dios, con el universo y con los otros seres humanos.
Ahora
se presenta la cuestión de ver cuál es la naturaleza de la relación entre lo
que presenta la gnosis y lo que dice el Islam.
Los
gnósticos musulmanes no admiten tener criterios o prácticas contrarios al
Islam. Se oponen de forma vehemente a ello si alguien les imputa algo así. Por
otra parte, afirman conocer las verdades islámicas mejor que cualquier otro y
aseguran que solamente ellos son los verdaderos musulmanes. Citan, a todo
efecto, capítulos y versículos del Corán, la Sunnah y relatos de la vida del
Santo Profeta (BPD), los Imames (P) y los compañeros prominentes del Santo
Profeta (BPD). Pero otros sostienen opiniones acerca de los gnósticos que son
totalmente distintas de lo que afirman éstos. Mencionemos a continuación
algunas de esas opiniones.
a)
Algunos tradicionalistas y juristas sostienen que en términos generales los
sufis no obran de acuerdo con el Islam y que citan el Corán y la Sunnah
solamente para engañar o adular a los musulmanes. Dicen que básicamente el
misticismo no tiene nada en común con el Islam.
b)
Un grupo de los modernistas -no muy comprometido con el Islam y al que le
deleita describir cualquier cosa que no le gusta como movimiento antiislámico
(producto) de las pasadas desviaciones del Islam- es de la opinión que los
gnósticos en la práctica no creen en el Islam y que el gnosticismo fue un
movimiento antiárabe y antiislámico lanzado por los no árabes, quienes usaron
la espiritualidad como una cobertura.
En
lo que hace a su oposición al misticismo y a la gnosis, este grupo sostiene el
mismo criterio que el primero. La diferencia entre ambos es que el primer grupo
reverencia al Islam pero desprecia a los sufis y quiere sacar a la gnosis de la
lista de las ciencias islámicas. En cambio el segundo grupo, al criticar y
menospreciar a algunos sufis mundanales, usa esa crítica solamente como un
pretexto para ir contra el propio Islam. Piensan que una espiritualidad sutil y
elevada no es digna del Islam y por lo tanto debe haber sido importada del
exterior. Creen que el nivel del Islam y la ideología islámica son demasiado
bajos para las ideas gnósticas. De acuerdo a este grupo los sufis y gnósticos
citan el Corán y la Sunnah solamente con el objeto de salvarse de la cólera de
las masas.
c)
El tercer grupo está compuesto por personas imparciales que sostienen que la
forma práctica del gnosticismo, especialmente cuando asume un tinte de secta,
está tan llena de innovaciones y desviaciones abominables que no se puede
reconciliar con el Corán y la Sunnah. De cualquier manera, los gnósticos y los
sufis, al igual que otros eruditos musulmanes, son sinceros respecto del Islam
y no pretenden expresar intencionalmente nada que sea repugnante al Islam.
Los
sufis pueden haber cometido algunas equivocaciones, pero esos errores han sido
cometidos por todos los estudiosos, incluidos los teólogos, filósofos,
comentaristas del Corán, juristas, etc.. Esto no significa que tengan malas intenciones
hacia el Islam.
Solamente
quienes son hostiles al Islam o a la gnosis hablan de sentimientos
antiislámicos de los gnósticos y los sufis. Así sirven solamente a sus propios
objetivos indignos. Cualquiera que conoce el lenguaje y expresiones especiales
de los libros gnósticos, puede encontrar muchos errores en éstos, pero no puede
sospechar de su sinceridad con el Islam.
En
nuestra opinión este tercer punto de vista es el mejor porque estamos seguros
de que la intención de los gnósticos no ha sido mala. Sin embargo, sería
necesario que quienes tienen un profundo conocimiento de la gnosis y al mismo
tiempo son expertos en otras ciencias islámicas, observaran imparcialmente las
doctrinas y teorías sufis y determinaran hasta dónde concuerdan con el Islam.
Šarî‘ah,
Tarîqah y Haqîqah (Ley Islámica, Sendero Espiritual y Verdad).
También
es causa importante de desacuerdo entre los gnósticos y otros estudiosos del
Islam, especialmente los juristas, la visión particular que tienen los
gnósticos acerca de šarî‘ah, tarîqah y haqîqah.
Los
gnósticos y los juristas concuerdan en que las normas de la ley islámica se
basan en la verdad y la razón o causas legítimas, lo cual implica ventajas
definidas. Generalmente los juristas interpretan las causas legítimas como esas
cosas que aseguran el máximo bienestar espiritual y material del ser humano.
Pero los gnósticos creen que todos los senderos se encaminan hacia Dios y que
todas las verdades y causas legítimas preparan el camino para llegar a El.
Los
juristas dicen que todas las normas del derecho islámico tienen ciertas
ventajas implícitas, que pueden ser consideradas su espíritu o exposición
razonada. Estos beneficios solamente se pueden obtener por medio de actuar de
acuerdo a esas normas. Los gnósticos, por otra parte, dicen que esas causas
legítimas son una especie de estadio que conduce al ser humano a la estación de
la proximidad a Dios y la guía para tener acceso a la Verdad.
Los
gnósticos creen que el aspecto íntimo del derecho islámico es el sendero
espiritual que se llama tarîqah, siendo el fin del mismo la Verdad, es decir,
la unidad en Dios en el sentido especial mencionado anteriormente. De acuerdo a
ellos, esta posición solamente se puede obtener por medio de la aniquilación
del “yo”. Los gnósticos creen en tres cosas: la šarî‘ah, la tarîqah y la
haqîqah. La šarî‘ah es un medio para alcanzar la tarîqah, y la tarîqah es un
medio para alcanzar la haqîqah. Así, la šarî‘ah es la cáscara en comparación
con la tarîqah y ésta es la médula. De la misma manera, la tarîqah es la
cáscara en comparación con la haqîqah y ésta es el núcleo. Desde el punto de
vista de los juristas (Fuqaha’) las enseñanzas divinas se dividen en tres
partes. La primer parte consiste de los fundamentos (‘Aqã’id), de los que se
ocupa la teología escolástica. En lo que a los fundamentos concierne, uno debe
tener una firme creencia en todos los fundamentos y principios básicos
islámicos, al menos intelectualmente.
Otra
parte de las enseñanzas islámicas tiene que ver con las normas morales
(’Ajlãq). Esta parte se ocupa de las conductas buenas y malas que se discuten
en las ética.
La
tercera parte de las enseñanzas islámicas se ocupa de las normas del derecho
que se mencionan en la jurisprudencia islámica.
Todas
estas partes de las enseñanzas islámicas son independientes unas de otras. Los
fundamentos son afines a la razón y al pensamiento. Las conductas se refieren a
los hábitos e inclinaciones. Y las normas del derecho se relacionan con los
órganos y miembros (Código de Disposiciones).
En
lo que hace a los fundamentos, los gnósticos no consideran suficiente la mera
creencia intelectual. Dicen que es necesario considerar o reflexionar sobre las
verdades en las que cree el ser humano y también hacer algo para sacar la
cortina que existe entre él y esas verdades. De la misma manera, los gnósticos
no consideran suficiente la influencia limitada de las buenas conductas. En vez
de sujetarse a las conductas científicas y filosóficas sugieren emprender el
camino espiritual, el cual tiene sus propias características especiales.
En
lo que a las normas del derecho se refiere, los gnósticos no se oponen a ellas.
Se puede considerar que solamente las opiniones sobre unos pocos asuntos son
contrarias a los principios aceptados en el derecho islámico.
A
los tres componentes mencionados de las enseñanzas islámicas los gnósticos
llaman šarî‘ah, tarîqah, haqîqah.
Sostienen
que el caso de la šarî‘ah, la tarîqah y la haqîqah es como el del ser humano,
compuesto también de tres partes, es decir, el cuerpo, el alma y el intelecto .
Estas tres partes del ser humano no se pueden separar una de otra a pesar de
que cada una tiene una entidad propia. Por lo tanto, forman un conjunto
unificado. La relación que existe entre ellas es de interior y exterior. La
šarîa‘h es el exterior, la tarîqah es el interior y la haqîqah es el interior
del interior. Los gnósticos también creen que la existencia humana tiene muchos
estadios y grados y que algunos de estos grados están más allá de la
comprensión humana. Más adelante volveremos sobre este asunto con una mayor
explicación.
El
Material de la Gnosis Islámica.
Para
obtener conocimiento de una ciencia es necesario conocer su historia y los
desarrollos que tuvieron lugar en la misma de época en época. También es
necesario ser conocedor de los libros básicos de esa ciencia y de las
personalidades que la inventaron o desarrollaron. Ahora pasamos a esos puntos.
Lo primero que se puede preguntar aquí es si la ciencia de la gnosis islámica
se ha desarrollado de la misma manera que la ciencia de la jurisprudencia
islámica y sus principios, que la ciencia de la exégesis coránica y que la
ciencia de los ’ahãdîth (tradiciones), lo cual, en conjunto, representa el
material básico islámico y los elementos derivados de las mismas por los
musulmanes, o si la naturaleza de la gnosis islámica es similar a la de las
matemáticas y la medicina, ciencias que en un comienzo vinieron al mundo
musulmán del exterior y luego fueron desarrolladas al máximo. Y también podemos
preguntarnos si hay una tercera posibilidad.
En
cuanto a los gnósticos, sostienen la primera alternativa y rechazan totalmente
cualquier otra posibilidad. Pero algunos orientalistas insistieron y aun
insisten en que las ideas sutiles de la gnosis han entrado en el Islam del
mundo exterior. A veces alegan que el origen de las ideas gnósticas es el
cristianismo, y que las mismas penetraron en los círculos musulmanes como
resultado del contacto entre los musulmanes y los monjes cristianos. A veces
describen la gnosis como una reacción de los iraníes frente a los árabes y el
Islam. A veces llaman misticismo a un subproducto de la filosofía neoplatónica,
el cual es una amalgama de los puntos de vista de Aristóteles, Platón y
Pitágoras, por una parte, y los principios judeo-cristianos, por otra. A veces
estos orientalistas aseguran que la gnosis islámica tomó su inspiración de las
ideas budistas. Por más extraño que pueda parecer, en el mundo musulmán los
contrarios a la gnosis también han intentado probar, constantemente, que su
origen es no islámico, y que resulta ajeno al Islam.
De
acuerdo a una tercer teoría, tanto en sus aspectos teóricos como prácticos, la
gnosis básicamente ha derivado solamente del Islam, aunque a posteriori también
fue influenciada por otras fuentes, especialmente por la teología escolástica,
la filosofía y el iluminismo, todo lo cual ha modificado considerablemente su
carácter.
La
cuestión, ahora, es saber si como los juristas, los gnósticos también tuvieron
éxito en disponer sobre líneas correctas el material básico que obtuvieron
originalmente del Islam y si han sido capaces de estructurar las normas
operativas en consecuencia. Si fuese así, ¿hasta qué punto pueden asegurar que
no se desvían de los auténticos principios islámicos?. ¿Se ha limitado a un
grado razonable la influencia exterior sobre la gnosis islámica?. ¿La gnosis
islámica solamente asimiló influencias exteriores o además éstas la desviaron
de su dirección original?.
Todas
estas preguntas requieren una meditación profunda y una discusión concienzuda.
De cualquier manera se debería admitir que la gnosis islámica posee su
inspiración en el Islam. Los proponentes y sostenedores de la primera teoría, y
también en un cierto grado los de la segunda, opinan que el Islam es una
religión simple, llana e inequívoca. No contiene ninguna cosa misteriosa o
ininteligible.
Opinan
que el monoteísmo es la creencia fundamentalísima del Islam, creencia que
sostendría que toda estructura tiene un constructor distinto y separado de la
propia estructura. De la misma manera, este mundo tendría un constructor que
está separado del mundo, y es totalmente independiente del mismo.
Opinan
que a los ojos del Islam el ascetismo o desapego (zuhd) es la base de la
hacienda y de otros bienes mundanales. Ascetismo o desapego significa evitar o
rehuir los lujos y deleites sensuales transitorios de este mundo en
consideración de los eternos beneficios espirituales del próximo mundo. Para
este propósito hay que atenerse a ciertas normas legales mencionadas en la
jurisprudencia islámica.
Opinan
que lo que los gnósticos entienden por unidad de Dios es totalmente distinto
del monoteísmo islámico, porque para ellos la unidad de Dios significa la
unidad de la existencia. En otras palabras, creen que no existe nada excepto
Dios, Sus nombres, Sus atributos y Sus manifestaciones.
Opinan
que el camino espiritual del gnóstico es también distinto del ascetismo
islámico porque en relación con dicho camino los gnósticos hablan de cosas como
"amor por Dios", "aniquilación del ego y habitar en Dios",
y de "la revelación de la gloria de Dios en sus corazones", cosas de
las que no hay rastro en el ascetismo islámico.
Opinan
que la tarîqah de los gnósticos también es distinta de la šarî‘ah (ley islámica),
que las normas del comportamiento personal y el estilo de vida discutidos en la
tarîqah no se encuentran en la jurisprudencia islámica.
Sostienen
que los compañeros virtuosos del Santo Profeta (BPD) eran solamente ascetas,
desconocedores del camino espiritual y del concepto de unidad propios del
gnosticismo. Dicen que dichos compañeros eran indiferentes a los bienes
mundanales, que concentraban toda su atención en el otro mundo y que temían el
castigo del Infierno y esperaban el Paraíso. Pero todos estos criterios no son
de ninguna manera aceptables. El primer período islámico es más profundo que lo
que esa gente supone por ignorancia o intencionalmente. El monoteísmo islámico
no es tan simple o hueco como ellos piensan, ni el Islam está limitado a un
ascetismo seco. Ni los virtuosos compañeros del Santo Profeta (BPD) eran tan
simples como asegura esta gente ni las normativas islámicas se limitaban a
actos externos de devoción. Quisiéramos señalar brevemente aquí que en las
enseñanzas originales del Islam hay muchas cosas que indican o sugieren los
puntos excelsos y sutiles tanto de la gnosis teórica como práctica.
En
cuanto hasta dónde los gnósticos musulmanes se han beneficiado de esas
enseñanzas y qué errores han cometido, no es posible tratarlo en este breve
discurso.
En
lo que hace a la unidad de Dios, el Sagrado Corán no ha comparado en ninguna
parte a Dios y Su creación con una estructura y su constructor. El Corán
declara que Dios es el Creador de todo el mundo y que El está en todas partes y
en todas las cosas.
Dice
el Corán: ...Adondequiera que volváis, allí está la faz de Dios...(sûrah Al
Baqarah -La Vaca-, 2:115). ...Estamos más cerca de él (del ser humano) que su
misma vena yugular (sûrah Al Qãf, 50:16). El es el Principio y el Fin (todas
las cosas empiezan en El y terminan en El), el Visible y el Escondido...(sûrah
Al Hadîd -El Hierro-, 57:3).
Es
obvio que tales versículos llevan a un entendimiento del monoteísmo de una
manera mejor y más elevada que el monoteísmo de las masas. Hay una tradición en
“Al-Kãfî” que dice que Dios sabía que durante el último período habría gente
que profundizaría en el monoteísmo y que por eso reveló la sûrah
“at-Tawhîd”(capítulo 112, La Fe Pura) y los versículos iniciales de la sûrah
“al-Hadîd”(capítulo 57, El Hierro).
Para
probar la validez del camino espiritual y obtener la proximidad a Dios, es
suficiente tener presente el versículo que habla acerca del “encuentro con
Dios” y “obtener el agrado de Dios”. Por otra parte, hay versículos que hablan
de la revelación y la inspiración o dicen que los ángeles hablaron con otras
personas además de los Profetas, como por ejemplo, con Marîam (P). En relación
con esto, también son importantes los versículos que relatan la ascensión del
Profeta (BPD) al cielo.
Se
ha mencionado en el Corán el alma concupiscente, el alma reprochadora y el alma
pacificada. También se menciona el conocimiento impartido directamente por
Dios, y la guía como resultado del esfuerzo personal. A quienes se han
esforzado por Nosotros, hemos de guiarles por Nuestros caminos...(sûrah Al
‘Ankabût -La Araña-, 29:69).
De
la misma manera, el Corán ha descrito la purificación del alma como motivo de
éxito. Por cierto que ha triunfado quien la purifica y ha fracasado quien la
corrompa. (sûrah As-Šams -El Sol-, 91:9-10).
En
varias partes del Corán se ha descrito el amor de Dios como superior a todas
las relaciones y afectos humanos.
El
Corán dice que toda partícula del universo glorifica a Dios. Esto ha sido dicho
de una manera que sugiere que si el ser humano perfecciona su tafaqquh
(entendimiento), puede comprender su glorificación. Además, se ha dicho en
relación con la naturaleza humana que Dios ha soplado Su espíritu en el ser
humano.
Estas
cosas son suficientes para atraer la atención a la existencia de vastas
relaciones espirituales, especialmente a la relación entre el hombre y Dios.
Como
mencionamos antes, la cuestión no es si los gnósticos musulmanes usaron este
material correcta o incorrectamente. Lo importante es que este material existe
y tiene la potencialidad de proponer ideas excelentes. Incluso si se admite que
los gnósticos musulmanes no lo usaron correctamente, alguna otra gente no
conocida cono gnóstica, sí lo usó correctamente.
Además,
las tradiciones, relatos, sermones súplicas y "protestas" (los libros
redactados en protesta contra los principios y puntos erróneos como "Al-Ihtiyãy"
de Tabrisi) de los musulmanes así como los relatos de la vida de eminentes
personalidades islámicas, indican claramente que el ascetismo seco y la simple
adoración con la esperanza en el premio en la próxima vida no eran tenidos tan
en cuenta en el período inicial del Islam.
Esos
relatos, sermones, súplicas y “protestas” contienen puntos elevadamente
sublimes. Las narraciones de las vidas de las primeras personalidades
musulmanas eminentes arrojan suficiente luz sobre su espiritualidad excelsa, sus
corazones esclarecidos, sus pasiones ardientes y su amor espiritual.
Relataremos aquí solamente una anécdota.
Hay
una narración en “Al Kãfî” que nos cuenta que un día, el Santo Profeta (BPD),
después de cumplir con sus oraciones, vio a un joven débil y encorvado cuyo
rostro se había vuelto pálido, cuyos ojos estaban hundidos y que se mantenía en
equilibrio con dificultad. El Santo Profeta (BPD) le preguntó quién era. El
joven dijo: “Tengo la prueba”, por lo que el Santo Profeta (BPD) inquirió:
“¿Cuál es el signo de tu prueba o convencimiento?”. Respondió el joven: “Es mi
prueba lo que me ha apesadumbrado, lo que me mantiene despierto durante la
noche (en vigilia), lo que me tiene sediento durante el día (debido al ayuno).
Ella ha hecho que me abstraiga de todas las cosas del mundo. Veo como si el
Trono de Dios fuera erigido con el propósito de considerar las acciones de las
personas que fueron congregadas en la Reunión del Juicio, siendo yo una de
ellas. Vi a los moradores del Paraíso gozosos y a los moradores del Infierno
sufriendo castigo. Se presenta (de una manera que) incluso ahora me parece que
estoy escuchando las ráfagas de las llamas del Infierno”. El Santo Profeta
(BPD) se volvió hacia sus compañeros y dijo: “Es el hombre cuyo corazón Dios ha
iluminado con la luz de la fe”. Después el Santo Profeta (BPD) se volvió hacia
el joven y le dijo: “Conserva este estado, no sea que lo pierdas”.
El
joven dijo: “Por favor, ruega a Dios que me conceda el martirio”. Al poco
tiempo tuvo lugar una batalla donde participó dicho joven y fue martirizado.
Incluso
la narración de la vida del Santo Profeta (BPD) así como sus dichos y súplicas
están llenos de fervor espiritual e indicaciones gnósticas. A menudo los
gnósticos respaldan la autoridad de sus posiciones con citas de los ruegos del
Profeta (BPD).
Los
dichos del Imam ‘Alî (P) también están repletos de espiritualidad y casi todos
los gnósticos remontan a él, el origen de sus órdenes. Citaremos aquí dos
pasajes del “Nahy al Balãgah” (Cimas de la Elocuencia).
“No
hay duda que Dios Todopoderoso ha hecho de Su recuerdo el lustre de los
corazones. Por medio de ello el sordo empieza a oír, el ciego empieza a ver y
el arrogante se vuelve sumiso. En cada época y en cada período Dios
Todopoderoso ha creado hombres en cuyas mentes pone Sus secretos y a través de
cuyos intelectos El les habla”(Sermón 220).
“Una
persona devota vivifica su corazón y aniquila su ego hasta que lo que es tosco
se vuelve delicado. Una luz brillante frente a ella le muestra el camino y le
ayuda a avanzar hacia Dios. Muchas puertas la impelen hacia adelante hasta que
alcanza la puerta de la paz y la seguridad y llega al destino donde tiene que
permanecer. Sus pies están firmes y su cuerpo satisfecho porque usa su corazón
y agrada a su Señor”(Sermón 218).
Las
súplicas islámicas, especialmente las que han sido enseñadas por los Imames (P)
de la descendencia del Santo Profeta (BPD), son una fuente de conocimiento. La
"súplica de Kumaîl", la "súplica de Abu Hamzah Thumali", la
"Munayãt Ša‘banîîah" y la "Sahifah Sayyadîîah", contienen
las expresiones espirituales más sublimes y lecciones superlativas en sus
consejos y advertencias.
En
presencia de todas estas fuentes, ¿es necesario andar de aquí para allá
buscando procedencias extrañas?.
Se
plantea una cuestión similar con la campaña de protesta lanzada por Abu Dharr
Gifãri, el prominente compañero del Santo Profeta (BPD), contra los tiranos de
su época. Criticó fuertemente la tiranía y discriminación cometidas por los
mismos, debiendo sufrir muchas penurias debido a ello. Finalmente fue exiliado
y murió en el exilio.
Algunos
orientalistas han planteado qué fue lo que motivó a Abu Dharr a actuar como
actuó, y buscan los motivos fuera del mundo islámico.
Un
árabe cristiano, George Jordac, en su libro sobre el Imam ‘Alî (P), “La Voz de
la Justicia Humana”, dice: “Estamos sorprendidos con esta gente. ¿Es razonable
ver a un hombre sentado a orillas de un río o en la costa del mar intentando
saber de qué corriente proviene el agua con la que llenó su vasija?. Si procedemos
así, estaremos pasando por alto el río o el mar y estaremos buscando la fuente
o corriente de donde dicho hombre podría haber tomado el agua”.
Evidentemente
Abu Dharr no podía tener ningún otro motivo más que el Islam. ¿Qué otro motivo
podía haberlo persuadido contra la tiranía de Mu‘ãwiîah, etc.?.
Con
la gnosis pasa exactamente lo mismo. Los orientalistas han cerrado los ojos a
la gran fuente del Islam y buscan alguna otra fuente que puedan describir como
la fuerza motivante de la espiritualidad islámica.
¿Podemos
rechazar las fuentes del Corán, las tradiciones, los sermones, las súplicas y
el modo de vida del Santo Profeta (BPD) y de los Imames (P) simplemente para
legalizar la teoría de los orientalistas y sus discípulos orientales?.
Al
principio los pseudo-orientalistas estuvieron inclinados a acreditar como
fuente de la gnosis islámica cosas extrañas a las enseñanzas islámicas. Pero
más tarde algunos orientalistas genuinos como el inglés Nicholson y el francés
Massignon, que habían hecho un vasto estudio de la gnosis islámica y conocían
el Islam, admitieron que el Corán y la Sunnah eran el manantial de la gnosis
islámica.
Citaremos
unas pocas sentencias de Nicholson, quien expresa:
Encontramos
en el Corán que Dios dice:
a)
Dios es la Luz de los cielos y la tierra.
b) Él
es el Primero y Él es el Último.
c)
No hay deidad sino El.
d)
Todo lo que no sea Dios es pasajero.
e)
Yo soplé en el ser humano Mi espíritu.
f)
Nosotros creamos al ser humano y Nosotros sabemos lo que su alma alega, porque
Nosotros estamos más cerca suyo que su vena yugular.
g) A
cualquier lado que te vuelvas, allí está el rostro de Dios.
h) A
quien Dios no le proveyó luz, no tiene luz alguna.
No
hay ninguna duda de que las profundas raíces de la gnosis se encuentran en
estas expresiones coránicas. Para los primeros gnósticos el Corán no era
solamente la palabra de Dios sino también un medio de obtener la proximidad a
El. Para sopesar los versículos coránicos, especialmente los que señalan la
ascensión del Profeta (BPD), los gnósticos intentaron absorber la cualidad
espiritual del Profeta (BPD).
También
se menciona en el Corán el principio de unidad encontrado en el gnosticismo. A
eso se suma el hadîth “al-Qudsi” (tradición que cita las palabras de Dios), de
acuerdo al cual el Santo Profeta (BPD) dijo que Dios dice: “Cuando mi siervo se
acerca a Mí por medio de sus actos de adoración y las buenas acciones, Yo
empiezo a amarlo. Y cuando Yo lo amo, me convierto en los oídos con los que él
escucha, los ojos con los que ve, la lengua con la que habla y la mano con la
que agarra”.
Como
señalamos repetidamente, la cuestión no es si los gnósticos han utilizado
apropiadamente o no esos versículos, tradiciones y narraciones. La cuestión es
si la fuente original de las ideas gnósticas son islámicas o no islámicas.